Donostia - El expresidente de Uruguay, Pepe Mújica, de visita estos días en el Euskal Herria, volverá a su tierra con rastros de sus antepasados. Ayer, el atípico presidente sudamericano -que cumple hoy 80 años- fue recibido en el Ayuntamiento de Donostia por el alcalde, Juan Karlos Izagirre, quien le entregó un documento en el que figura uno de sus bisabuelos, precisamente el que embarcó en 1842 en Donostia con destino a América y que trabajaba para el Ayuntamiento de Tolosa. Fue el regidor tolosarra, Ibai Iriarte, quien facilitó a Izagirre el papel en el que aparecía el antepasado de Mújica.
Tras el encuentro que tuvo lugar en el consistorio donostiarra, y al que asistió también la esposa de Mújica, Lucía Topolansky, el alcalde llevó a la pareja presidencial a comer a su casa, en Igeldo, donde mantuvieron una larga conversación, según fuentes cercanas a Izagirre. Los grupos de la oposición, por su parte, protestaron porque no habían sido invitados a la recepción en el ayuntamiento, en un encuentro con el mandatario donostiarra que había sido solicitado por la embajada de Uruguay. El pasado lunes, Pepe Mújica se reunió también con el lehendakari, Iñigo Urkullu, en la localidad de Muxika.
Ayer, antes de visitar Donostia, Mújica acudió a conocer el caserío del barrio Astigarreta de Beasain de donde procedían sus antepasados. Ya en Donostia, el exmandatario uruguayo y antiguo guerrillero tupamaro, reconoció que antes de este segundo viaje a Euskal Herria creía que procedía de la localidad vizcaína de Muxika, aunque posteriormente se ha dado cuenta de que su apellido es “tan habitual como Pérez”.
“Parece que uno de mis bisabuelos salió de Astigarreta, de un caserío que ahora tiene 500 años”, explicó el exmandatario latinoamericano, tras conocer el enclave de Goierri en el que se asienta una de sus ramas familiares.
Asimismo, señaló que ha sabido en este viaje que su bisabuelo pagó 1.500 pesetas de la época, “que era mucha plata”, para su viaje por el Atlántico.