Donostia. Han pasado tres días desde que el copago de los medicamentos entró en vigor en todo el Estado y, aunque el cambio no afecte a Catalunya y Euskadi, los farmacéuticos de Gipuzkoa llevan varios días haciendo labores de pedagogía con sus clientes. Les explican que la aportación por los medicamentos no se aplicará en Euskadi y que la única novedad es que deben presentar la tarjeta sanitaria cuando acudan a las farmacias.
Pero, muchos, especialmente los pensionistas, siguen planteando multitud de dudas que los boticarios intentan responder con su mejor voluntad. Aun así, como explica el presidente de este colectivo de profesionales de Gipuzkoa, Ángel Garay, "muchas preguntas quedan en el aire por la falta de información que existe y la celeridad con la que se han planteado los cambios".
Según relata, la situación de los farmacéuticos de Euskadi no se puede "ni comparar" con la del resto de colegas del Estado, "porque la entrada en vigor del copago ha generado un follón enorme con los trámites burocráticos". Se muestra satisfecho por que Gipuzkoa y el resto de comunidades de la CAV estén a "salvo" de esta situación, aunque las complicaciones, dice, "también se han hecho notar en sus boticas".
Como explica Garay, los profesionales de las farmacias se están encontrando con dos tipos de problemas. Por un lado, la falta de información de los clientes, que buscan respuestas en las boticas. "Quieren saber qué tendrán que hacer para comparar medicinas cuando se vayan de vacaciones fuera: si tendrán que pagarlas y si luego se les reembolsará ese dinero", explica.
Clientes foráneos Y, por otro, están las propias dudas que siguen teniendo los farmacéuticos respecto a la atención que deben prestar a los compradores de otras comunidades. "El colegio de farmacéuticos nos ha pedido que facturemos por separado las recetas de los pacientes de fuera, pero no sabemos ni cómo ni cuándo las cobraremos", apuntan desde la botica Cecilia Bronte de Tolosa.
La única pauta que se les ha dado desde el colegio de farmacéuticos es que deberán aplicar el copago a los clientes de fuera de Euskadi que porten recetas sin codificación. El precio variará entre el 10% y el 40%, dependiendo de si son pensionistas o trabajadores. Por su parte, si las recetas llevan código, se les cobrará el precio correspondiente a cada franja establecida por Sanidad.
Pocas farmacias han atendido a clientes de otras comunidades desde que el copago entró en vigor el domingo, pero en localidades costeras como Zarautz, Hondarribia y Donostia saben que llegarán y que estarán muy presentes durante los meses de verano.
"Todavía no ha empezado a venir gente de Navarra, pero pronto lo harán y tendremos que saber cómo hacer frente a sus recetas", señala Maite Iraola, de la farmacia Alameda de Hondarribia.
Presentar la Tarjeta El cambio que sí afecta a todos los clientes por igual es la obligatoriedad de presentar la tarjeta sanitaria a la hora de comprar los medicamentos. Desde la farmacia Cabino de Donostia, Begoña explica que esta norma se remonta unos años atrás, "aunque la gente se había relajado y dejó de enseñar la tarjeta". Y ahora, Sanidad vuelve a insistir en la necesidad de portar el distintivo para demostrar que el cliente es de Euskadi y está libre del copago. Su colega Juncal, de la botica Larrinaga Liñero de Irun, relata las situaciones "incómodas" que le ha provocado esta obligatoriedad: "Los clientes de toda la vida se sorprenden porque son del barrio y no necesitan identificarse".
Algo parecido sucede en las farmacias Olaizola Uranga y Zulaika Olaskoaga de Zarautz, tal y como indican las profesionales Marisa y Mertxe. La mayoría de sus compradores son del pueblo y se conocen a la perfección, por lo que les cuesta tener que identificarse con la tarjeta de Osakidetza.
Más problemas Desde el colegio de farmacéuticos recalcan que sus problemas no terminan con el copago, ya que los recortes en sanidad han generado una "incertidumbre que dificulta su trabajo". Por ejemplo, siguen sin conocer el listado definitivo de los más de 400 medicamentos que dejarán de ser gratuitos y, además, tienen complicaciones para vender los medicamentos genéricos más baratos, tal y como marca la ley. "Algunos laboratorios están teniendo problemas de abastecimiento y nos cuesta conseguir todos los productos", explica Garay.
Desde la farmacia Almajano Gómez de Hondarribia, Paco aboga por redoblar los esfuerzos para "conseguir la estabilidad en el sector, dejando de lado los cambios que ralentizan y dificultan el trabajo de las farmacias" porque todo ello, advierte, "repercute en la atención que se le presta al cliente".
l ¿A quién afecta el copago? Fuera del País Vasco, a casi todos. No importa ser activo o pensionista, se pagará en función de la renta.
l ¿Quién está exento? Quienes tengan una pensión no contributiva, los parados sin subsidio, las personas con Renta de Garantía de Ingresos (RGI), las personas con discapacidad y con tratamientos por accidente de trabajo o dolencia profesional, así como los afectados por el síndrome tóxico. A pesar de que en el País Vasco no se aplica el decreto, sí se sumará a la gratuidad de las medicinas para parados y perceptores de RGI.
l ¿Cómo se calcula el nivel de renta de cada ciudadano? De la declaración del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas del año anterior. Si no se sabe el dato, se aplica el nivel inferior de renta.
l ¿Habrá fármacos de aportación reducida? Sí, son los medicamentos de cícero o de punto negro. Todos los usuarios, excepto los exentos, abonarán el 10 % del PVP con una cuantía máxima de 4,13 euros por envase. También tienen esta aportación los enfermos de VIH/sida.
l ¿Variará el modelo de receta roja y verde? Sí, el rojo para pensionistas y el verde para activos se sustituirá por un nuevo modelo azul para todos. Los tres modelos coexistirán hasta que se acaben los talonarios.
l ¿Cómo sabrán las farmacias lo que tendrán que cobrar? Las recetas tendrán impreso en la parte superior derecha un código -va del 001 al 006- que indica lo que tendrá que aportar el paciente. Esa clave será la que introduzca el facultativo al hacer la prescripción según la información que figure en la base de datos. En las comunidades donde se haya implantado la receta electrónica, el código figurará en la tarjeta digital.
l ¿Reembolso, o no? La norma establece que el dinero que los pensionistas abonen por encima de sus topes de aportación (8,18 o 60 euros) se les devolverá en un máximo de seis meses. Es lo que sucederá, por ejemplo en Castilla y León o la Comunidad Valenciana. Andalucía dejará de cobrar cuando sus usuarios alcancen los límites de aportación, lo que le permite su alto grado de implantación de la receta electrónica.
l ¿Y los vascos que compren fuera de Euskadi los medicamentos? Si abonan más de lo que tendrían que pagar en Euskadi, podrán solicitar el reembolso en las direcciones territoriales -de las tres capitales- de Sanidad, previa presentación de la fotocopia de la receta y de la factura.
l Los funcionarios que no estén adscritos al SNS. Los que estén incluidos en Muface e Isfas, militares, así como personal al servicio de la Administración de Justicia deberán abonar el 30% del precio.
l ¿Si tiene Tarjeta Sanitaria (TIS) de fuera del País Vasco? La cantidad a abonar por receta se establecerá en la oficina de farmacia donde se dispensen los medicamentos.
l ¿Siempre con la TIS? Sí. El farmacéutico pedirá la tarjeta de la persona a la que dispensa los fármacos y la persona que figura en la receta con la prescripción correspondiente.