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‘Mamántula’, un vampiro sexual alienígena anda suelto

El donostiarra Ion de Sosa presenta en el Zinemaldia su película más valiente, en la que es capaz de mezclar el cine de Cronenberg con un capítulo de ‘Rex, un policía diferente’

‘Mamántula’, un vampiro sexual alienígena anda sueltoRuben Plaza

Desde su propia duración -48 minutos- hasta la forma en la que han sido rodados los planos más violentos del filme responden a la libertad creativa que ha tenido el donostiarra Ion de Sosa con Mamántula, presentada este miércoles en la sección Zabaltegi-Tabakalera del Zinemaldia. El cineasta aúna policíaco y poesía en una propuesta que bebe de referentes del terror y la ciencia ficción más transgresora para deconstruir el mito de Drácula a base de felaciones y detectives que están deseando terminar su jornada laboral. 

Hace ocho años, el actor Moisés Richart le habló a De Sosa de una idea para un largometraje: la historia de una araña gigante que absorbía vidas a través de felaciones. “En vez de tomármelo a broma pensé en trabajar en ello. En este tiempo, el guion ha pasado por diferentes manos y ha ido cambiando hasta llegar hasta hoy”, cuenta De Sosa. El resultado final es Mamántula, un chico que todos desean y que es, en realidad, una araña alienígena travestida que ataca a la comunidad LGTBIQ+. 

“Tiene que ver con el mito de Drácula y absorber a otros para seguir vivo a costa de tu humanidad. No quería entrar en teorías tan importantes como el sida. No es una analogía porque yo trato más el entretenimiento con un toque estético particular”, responde el cineasta a un posible significado más profundo de estos ataques.

Al igual que en anteriores trabajos suyos como Sueñan los androides y Leyenda dorada, esta codirigida junto a Chema García Ibarra, De Sosa vuelve a mezclar elementos fantásticos con situaciones cotidianas. “Leemos titulares de que la inteligencia artificial va a acabar con nosotros, así que es solo exagerar, o en ocasiones rebajar, lo que nos rodea y llevarlo a broma. Y tambíen darle una forma poética”, afirma el creador.

De este modo, entre el cine negro y la poesía, el cineasta ha podido homenajear a algunos de sus referentes, desde David Cronenberg y Luis Buñuel hasta series de televisión como Expediente X y Twin Peaks. “Partiendo de una estructura familiar para los espectadores como es la de los detectives, como Se ha escrito un crimen o Rex, un policía diferente, hemos aprovechado para meter elementos más especiales propios de la ciencia ficción o incluso más atrevidos como el sexo”, apunta, al tiempo que reconoce haber tenido toda la libertad que ha querido para desarrollar su propuesta.

Gracias a ello, ha creado una película “valiente”, con planos cortos que desprecian en ocasiones el entorno. “Uno de los pilares ha sido desarrollar un lenguaje sin las presiones de ningún tipo. Llevarlo al extremo y ser más atrevidos, no cortarnos. Ofrecer un prisma distinto y amplificar las cosas. Ver con primeros planos nuestro cuerpo para señalar que, depende de cómo nos miren, también tenemos algo de monstruoso”, agrega.

Experiencia atrevida

La película está protagonizada por el propio Moisés Richart, mientras que Lorena Iglesias y Marta Bassols dan vida a dos detectives muy alejadas de la imagen habitual en el cine. “Quería dos detectives que fuesen lo contrario de lo de siempre: gente obsesionada con un caso. Lo que quieren es hacer sus ocho horas para irse a casa. Es un sedentarismo policial”, explica el director.

La historia, por su parte, se desarrolla en un Berlín irreconocible en el que se entremezclan varios idiomas, mientras que las arañas alienígenas tampoco responden al aspecto habitual en el cine. “Los hemos hecho más E.T., no son una amenaza sino que tienen otro código moral y para ellos somos alimentos”, indica De Sosa, que a la hora de desarrollar a las arañas alienígenas combina diferentes técnicas de animación.

Todos estos ingredientes convierten a Mamántula en una experiencia atrevida que alejan al donostiarra de otros sus registros suyos como el de director de fotografía. “La fotografía responde a algo muy técnico y debes respetar el leguaje sin ser invasivo. Debes dar un apoyo técnico al director para conseguir lo que busca. Como director, tienes que transmitir que hay alguien al mando y buscar el diálogo con todos los departamentos”, apunta, contento por no haber tenido ninguna limitación creativa. “Poder mostrar una película como esta en un festival como el Zinemaldia es una gran oportunidad. Creo que es el lugar adecuado para una historia tan diferente”, asegura.