espechada, deslenguada y rencorosa representante de la derecha española más extrema: Debo confesar que desde que la conocí, allá por el pleistoceno, vomitando soflamas junto a su mentor Federico Jiménez Losantos, me ha resultado un fenómeno fascinante. Ese piquito de oro asociado al desprecio más radical por la verdad es un arma insuperable para la lucha en el barro. Ocurrió que se pasó de frenada y su propio aupador, Pablo Casado, la mandó al banquillo. Ahora, de perdida al río, se venga al modo de las exsirvientas de las folclóricas, con un libro en el que saca a la luz toda la cochambre de los actuales dirigentes del que todavía es su partido. El volumen se titula Políticamente indeseable. Quizá habría bastado con la segunda palabra.