- Tecleo estas líneas casi con el pie en el estribo. Me doy un respiro y se lo doy a mis amados y amables lectores. Serán exactamente 31 días que me servirán para recuperar alguna perspectiva perdida, para dormir tres cuartos de hora más, para no vivir con la obsesión de cómo llenaré estas líneas con algo de sentido y, quizá, para caerme otra vez de la bicicleta, que es una disciplina en la que he adquirido cierta pericia últimamente. Lo que no haré, y eso se lo puedo prometer con todas mis fuerzas, será dejar de visitar esta página de las cuatro cabeceras del Grupo Noticias cada uno de los días del mes de agosto. Y sé que ustedes compartirán mi vicio porque lo que encontrarán aquí a partir de mañana les resultará adictivo.

- Basta de misterios. Además, si vienen del interior de este mismo diario, ya sabrán que en este espacio encontrarán cada día una ruta distinta por Euskal Herria. Nos llegan de la mano de Sua Edizioak, lo cual es garantía de calidad y, desde luego, de éxito. Es muy difícil no acertar teniendo la posibilidad de escoger en el amplísimo, prácticamente inabarcable, catálogo de publicaciones de la editora referencial en montaña, naturaleza y entorno inmediato. En todo caso, lo verdaderamente complicado es afinar en la selección entre -no es exageración- centenares de posibilidades a cada cual más atractiva.

- Si conocen el Grupo Noticias y cada uno de sus medios, ya podrán intuir que el criterio de país ha sido el que ha presidido la selección. Espero que aprecien el esfuerzo por representar cada uno de nuestros territorios y, en la medida de lo posible, las distintas realidades; ardua tarea en una tierra tan plural en tantos sentidos como la nuestra. Y luego, claro, todo eso ha habido que conjugarlo con lo práctico. Se trataba de que las rutas estuvieran al alcance del mayor número de personas posible, y como ocurre en la mayoría, que fueran disfrutables en familia.

- A partir de ahí, la elección es suya. Tienen a su disposición paseos por Urbasa y Andia, la ribera del Kadagua, el nacedero del Zirauntza, Behorlegituturru, de Igeldo a Arpidegieta, oasis de la ranita meridional... y así hasta 31. No se trata de darse una pechada porque sí. Vayan con los ojos y el espíritu abiertos. A la vuelta me cuentan.