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La necesidad de creer en algo, eje del nuevo thriller ‘Los sin nombre’

La donostiarra Miren Ibarguren es la protagonista de la nueva serie de M+

La necesidad de creer en algo, eje del nuevo thriller ‘Los sin nombre’FOTO: M+

Madrid – “Mamá, soy yo, Ángela. ¡Por favor, ven a buscarme!”. Así comienza Los sin nombre, serie que llega a M+ y que el director Pau Freixas (Todos mienten) construye como un thriller psicológico con un componente esotérico.

El detonante de esta historia es la llamada que recibe Claudia siete años después de la desaparición de su hija, Ángela. A partir de aquí, con la ayuda del inspector que llevó el caso entonces, Salazar, y Laura, la joven a la que Ángela salvó tras un grave accidente de tráfico, siguen las pistas de la desparecida en un entorno que no les cree y en el que todo parece ser una cuestión de fe.

Este triángulo está protagonizado por Miren Ibarguren (Supernormal) como Claudia; Rodrigo de la Serna (La casa de papel) como Salazar, y Milena Smit (La chica de nieve) como Laura.

Se trata de una historia inspirada en la novela de Ramsey Campbell que el director Jaume Belagueró hizo película en 1999, pero esta vez, alejándose del universo del terror por una decisión personal del director: “Personalmente, no disfruto con el terror. No es un género que como espectador tenga mucho bagaje”, asegura Freixas, quien ha contado con el guionista Pol Cortecans.

Los tres personajes tienen la necesidad de encontrar a la niña por razones muy distintas y traumas pasados, pero están dispuestos a cruzar la línea de la razón y atravesar lugares misteriosos con elementos del género fantástico.

“Estamos en un momento muy racional, los temas más espirituales han quedado un poco relegados”, afirma Cortecans, quien explica que en este proyecto les interesaba recuperar esa “parte esotérica del ser humano” en la que “si hay un 0,1% de posibilidades de que esto pueda suceder –la aparición de Ángela–, te vas a aferrar ahí“, explica.

Retos interpretativos

Miren Ibarguren se estrena en un papel dramático, un registro muy diferente al que estamos acostumbrados. “He tenido que entrenar, trabajar y ensayar mucho. Ha sido como abrir otro capítulo en mi trabajo”, señala la actriz, quien destaca que con un “buen guion y un buen director” vas hasta “el fin del mundo”, haciendo alusión al trabajo de Cortecans y Freixas.

Para el argentino Rodrigo de la Serna ha sido un reto interpretar al policía Salazar, un personaje que representa el “trauma generacional” de los hijos desaparecidos de la Argentina de 1976. Además, llega a camuflar su acento porque representa a una persona que “niega su trauma original e intenta borrar su pasado”.

Por su parte, Milena Smit buscaba un rol que no se pareciese a Miren Rojo de La Chica de Nieve, por ello trabajaron en la profundidad de Laura, quien finalmente ha resultado ser un “personaje completamente diferente”, también a nivel físico, un aspecto que le preocupaba. l