Josema Yuste ha sido el invitado de esta noche en ‘El hormiguero’ de Antena 3, donde ha contado las claves de ‘Que Dios nos pille confesados’, su nueva obra de teatro. Además de contar la trama de su nuevo trabajo y compartir anécdotas personales relacionadas con él, el actor ha confesado qué es lo más gratificante de su profesión.

Josema Yuste ha anunciado un bombazo ‘El hormiguero’ nada más sentarse junto a Pablo Motos: “Tengo el móvil aquí encima de la mesa, porque estoy a punto de ser abuelo, en un rato. ¡Sería el primer niño de mi hija! Estoy un poco nervioso, pero feliz, que es lo importante”. Después, el actor ha contado la trama de ‘Que Dios nos pille confesados’, su nueva obra teatral: “Es una comedia de enredo, es la más divertida que he hecho. Aprovecho para daros las gracias a todos los que venís a verme, gracias de corazón. ¡Me encanta haceros reír!”, ha comenzado, ovacionado por el público. “Es una obra trepidante, loca, pero con sentido común. Hay una marquesa venida a menos que tiene el cuadro del Greco, y yo soy un cura que se lo quiere robar. Es una obra muy disparatada”. Respecto al vestuario, el presentador le ha preguntado por el vestuario: “Fui a comprar la camisa de sacerdote a una tienda católica. Le conté a la dependienta que soy cómico y buscaba parecerme a un cura. Pero la camisa no transpiraba nada. Era de algodón compacto, como el mármol. Sudaba un motón, como un cerdo”, ha explicado, con cierto toque de humor.

El intérprete ha revelado que se inspiró en un cura auténtico para su papel: “Cuando era pequeño iba con mis padres a la iglesia y conocí a un cura muy original. Me inspiré en él porque hablaba muy cercano. Y mi personaje, como buen ladrón, tenía que engatusar a la marquesa”. En cuanto a robos, Motos ha sacado a la luz una anécdota suya: “¿Es verdad que te robaron el coche?”, a lo que Josema Yuste ha narrado cómo fue: “Estaba cenando en un restaurante de Madrid. Justo esa noche robaron otros siete u ocho. El restaurante tenía parking y claro, sospechamos que allí se cocía algo”, ha empezado a explicar. “Fui a denunciar el robo. Una vez en comisaría, el policía, que ni me miró a la cara, me soltó: ‘Para la próxima vez ponga la pitón’. Es como un candado antirrobo. Y desde entonces siempre lo pongo, hasta cuando voy a por el pan”, ha zanjado, entre carcajadas.

“El escenario tiene algo que le falta al cine, ¿a que sí?”, ha continuado el conductor del programa. Josema Yuste le ha dado la razón: “Así es, porque nunca hacemos la misma función. Una vez nos dio un ataque de risa, nos reímos en bucle y no podíamos parar. Cuando acabó el show, pedimos perdón al público por lo que pasó. ¡Y la gente reaccionó aplaudiéndonos más todavía! Les dije: ‘¡Esta locura no se va a repetir!’”. Por otra parte, el actor ha relatado que vivió una lipotimia en directo y que no pudo interpretar parte de la función: “Me llevaron al médico y no pude continuar con mi personaje. Eso sí, el director contó lo ocurrido, y la gente lo aplaudió, lo entendieron”. Esto ha hecho que el intérprete se sincere sobre su profesión: “Con esto quiero decir que el público es parte de mi vida, la gente es mi mejor premio. Dan igual los premios, el cariño de la gente es lo mejor que puedo recibir”.

Premios al humor

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Con relación a los premios, tanto el presentador como el invitado han mostrado su indignación: “Es incomprensible que no haya Goyas al humor. A la mejor comedia o a la mejor interpretación. Porque hacer reír no es fácil. Hacer feliz tiene lo suyo”, ha sentenciado el actor.