Madrid – De ruta por paraísos de interior y fiestas ancestrales, Comando al Sol navega hoy (22.45 horas/La 1) por las tranquilas aguas del Mar de Castilla a orillas de La Alcarria. Los reporteros toman tierra y aliento para descubrir la sorprendente Ruta de las Caras. Paladean manjares a lo grande y se adentran en el interior de un desconocido monasterio al que llaman El Escorial de La Mancha. Rumbo al norte, celebran en Soria una de las fiestas más ardientes del verano. Y comparten con los vecinos de San Pedro Manrique la emocionante experiencia de caminar sobre brasas.

En un lugar inesperado del interior de la península se encuentra el Pantano de Alocén, más conocido como el Mar de Castilla. En sus aguas se disfruta del baño y de la navegación. La guadalajareña campeona de España de wind surf Pilar Prieto y un grupo de amigos han resucitado un centro náutico abandonado hace años. Pilar ama el agua y la naturaleza. Su deseo es enseñar a navegar con la ayuda del viento en su tierra, Guadalajara. En la otra orilla, Fernando enseña “la actividad acuática del futuro: una modalidad que se va a estrenar en los próximos Juegos Olímpicos, el wind foil”.

Viaje a la alcarria

Buendía es un pueblo de La Alcarria conquense de unos 400 habitantes donde un día se desveló un gran secreto: aparecieron unas caras gigantescas talladas en la piedra, 20 esculturas esparcidas en dos kilómetros. Las descubrió un pastor que paseaba por allí con sus ovejas. Una de las más llamativas representa a la deidad Krishna, uno de los avatares de Visnú. La senda, convertida ahora en ruta turística, recibe 60.000 visitas al año, incluyendo chinos atraídos por la representación de Maitreya, el buda del futuro. “Los budas están tan gorditos porque se comen los problemas de la gente”, asegura Alberto del Val, guía de la zona.

Los reporteros de Comando al Sol acudirán también a Uclés para visitar uno de los monasterios más imponentes de Castilla-La Mancha. Tardó en construirse 200 años y ya antes de la pandemia recibía entre 25 y 30.000 visitas anuales, algo inesperado para un pueblo de apenas 200 habitantes. Fue declarado Bien de Interés Cultural y ya se conoce como El Escorial de La Mancha.

Muy cerca del Monasterio se encuentra el Jardín Alquímico de la Trinidad. Es obra de Manuel Gómez, un economista, arabista, paisajista y jardinero que de una casa antigua ha hecho la obra más importante de su vida: “Los verdaderos alquimistas trataban de alcanzar la sabiduría, incluso la inmortalidad”, cuenta. Tardó 22 años en terminarlo.

Brasas y deseos cumplidos

Al grito de “¡Viva la móndida!”, las reinas de las fiestas, de la localidad soriana de San Pedro Manrique, conocidas popularmente por ese nombre, salen a la calle vestidas con pesadas ropas y en medio de una gran algarabía musical. Dos años sin fiestas en el pueblo han despertado las ganas de celebrar y festejar de una localidad que se echa a la calle a caminar sobre brasas y a disfrutar de una tradición centenaria. Sebastián, uno de los vecinos, prepara la leña con primor. “Las ascuas tienen que quedar perfectas para que se pueda pisar sobre ellas”, dice.

Dos toneladas de madera quedan reducidas a brasas para los pies más valientes del pueblo. “Si no eres del pueblo te quemas”, afirman los vecinos. Al final esperan los abrazos y el sueño de que las promesas se cumplan y la emoción desbordada. Y el brindis con zurracapote, una mezcla explosiva de vino con azúcar a la que en algunas peñas le añaden melocotón. – NTM