"Con los cambios que estamos avistando estoy ilusionado y a la vez intrigado"
Se despierta al alba para estar con sus oyentes a las siete de la mañana; lleva años haciéndolo y se ha convertido en su horario natural. Esta temporada es la quinta en Onda Vasca y cree que es un tiempo más que suficiente de rodaje para no defraudar a la audiencia
donostia. Xabier Lapitz es una de las voces que llenan las primeras horas de las mañanas de la radio con fuerza. Cuenta las historias y noticias de Euskadi basándose en el interés de sus oyentes, pero haciendo el programa que a él también le gustaría escuchar. Euskadi hoy se ha convertido en un referente de información, análisis y divulgación entre las siete y las once de la mañana, de lunes a viernes.
¿Qué supone la quinta temporada de Onda Vasca para usted?
Seguir contribuyendo, en la medida en la que puedo, en un proyecto que hemos ido mimando entre todos, que hemos convertido en realidad y que es un referente indiscutible en el panorama radiofónico de Euskadi. Eso supone un plus de responsabilidad y ya tenemos suficiente rodaje y callo como para no defraudar a nuestros oyentes.
Hablemos de los lemas de la emisora: 'La realidad sin cambios'.
Responden al momento exacto en el que sonaban. La realidad sin cambios fue casi una explicación de por qué teníamos que estar; por qué teníamos que surgir.
'La verdad desnuda'.
Obedecía a un momento donde nosotros estábamos casi en solitario contando las cosas de una manera que el resto, por razones que no vienen al caso -al menos para mí-, no lo hacían y nosotros teníamos que hacer ese esfuerzo de poner las cosas en negro sobre blanco; en este caso con voz sobre otros testimonios que si no no aparecían.
'La radio que viene'.
Obedecía mucho a todos los cambios que se estaban dibujando y que ya se preveían.
'La radio que cuenta'.
Tiene un doble sentido bastante evidente, porque nuestra labor es contar con las cosas, pero sabemos que contamos en el panorama, en el contexto. Tenemos presencia, tenemos respaldo y no se nos puede ningunear, a pesar de que algunos nos ningunean aún, es increíble.
¿Quién les ningunea?
Los de siempre. Hay algunas cosas que aún no entiendo y es ese boicot que aún mantiene vivo el PSE contra Onda Vasca. No entiendo cómo se pueden superar políticamente diferencias y en cambio no eres capaz de abrirte también desde el punto de vista comunicativo. Nosotros seguimos llamando a su puerta, ellos tienen nuestra puerta abierta para cuando quieran, y a mí me gustaría que dieran ese paso y se normalizaran las relaciones.
¿Qué espera de este curso político que acaba de empezar?
Por una parte, estoy ilusionado con los cambios que ya se están avistando y, por otra parte, intrigado.
¿Intrigado por qué?
Quiero ver qué desarrollo tiene el nuevo tiempo con el acuerdo entre el PNV y el PSE. Quiero ver la reacción de los que se han quedado fuera, la de dentro ya está explicada, aunque hay que ver cómo llevan ese acuerdo. Me interesa saber cuál es la reacción de la izquierda aber-tzale y del Partido Popular. Quiero saber si se sienten más cómodos en las orillas extremas o se apuntan a sumar haciendo un ejercicio de dejar pelos en la gatera, que yo creo que PNV y PSE los han dejado.
Siempre se asocia a Xabier Lapitz con la información política. Sin embargo, le interesan mucho los temas sociales, la gastronomía y la ciencia. ¿Le tenemos mal etiquetado?
Para mí es muy importante seguir haciendo esa hora de magacín puro donde metemos un poco de todo, los deportes también me interesan. Pero quiero hacer un especial hincapié en el hecho de la divulgación científica.
Es cierto que últimamente habla mucho de ese tema, pero ¿siempre ha sido de su interés o lo ha descubierto más recientemente?
La verdad es que lo he ido descubriendo a medida que lo iba tocando. Íbamos tocando palos distintos. Tenemos como colaboradores a Javier Armentia, Juan Ignacio Pérez Iglesias, Enrique Zuazua y Juan de la Herrán; eso significa que todos los días de la semana abrimos una ventana amplia para tratar cuestiones de ciencia y tecnología con especialistas de muy alto nivel. Ellos hacen el esfuerzo para que nosotros les entendamos y debemos hacer el esfuerzo de saber comprenderles porque cuanto más sepamos, mejor; más libres seremos para tomar decisiones. Además, es divertido; yo estoy aprendiendo mogollón de cosas.
¿El profesional de la radio hace el programa que a él le gusta o el que cree que interesa?
Creo que ambas cosas tienen que ir un poco de la mano, procuro no hacer nada que no me guste, aunque a una parte de la audiencia le pueda interesar, pero tampoco voy a hacer lo que sé que a la audiencia no le va a gustar. Tiene que haber un punto de encuentro que me permita estar cómodo y que además sea aceptado por la audiencia, es que no tiene sentido que estemos hablando para nadie.
Su paso por 'Boulevard' en Radio Euskadi y ahora por Onda Vasca le obligan desde hace unos cuantos años a levantarse al alba.
Es un trabajo que exige ese sacrificio de levantarte cuando la gente está todavía en la cama tranquilamente; pero también tengo que decir que tiene muchas ventajas, hoy son las doce del mediodía y estamos tú y yo tomando un café, y yo ya he hecho todo mi trabajo.
Así que no es tan duro como parece.
Según, tiene sus satisfacciones. Tienes mucho tiempo para poder leer, para poder informarte, para ir diseñando lo que vas a decir al día siguiente... no solo puedo hablar del inconveniente de madrugar.
Eso le obliga a irse a la cama prontísimo, ¿o no?
Soy muy estricto. A las ocho y media de la tarde veo los primeros informativos en la televisión. A las nueve siempre empiezo con los titulares del Teleberri, voy zapeando sobre otras cadenas y donde veo algo que más me interesa, me llama la atención o lo van a contar de una manera distinta, me quedo. Pero yo a las nueve y media ya estoy directamente en la cama con un libro.
¿Es su horario natural o es el que le marca la radio?
Empieza a ser el natural, llevo tantos años haciéndolo... aunque reconozco que no es tan natural levantarte tan temprano.
Tan temprano, pero ¿de qué hora hablamos?
Depende de los días; entre cuatro y media y cinco menos cuarto de la mañana.
A esas horas hasta el café tiene que saber distinto.
Sabe muy rico y es muy necesario. Sí que he notado que las horas que estoy más activo mentalmente están alrededor de las seis de la mañana, mucho más incluso que cuando estoy en la tele. Lo noto porque los días que no tengo que trabajar, salvo que haya salido a la noche, estoy también muy activo a esa hora de la mañana.
¿También está despierto los sábados y domingos a las seis de la mañana?
Soy como un hámster, a esas hora ya estoy dando vueltas.
¿Qué hay abierto a esas horas? ¿Qué hace usted tan temprano?
Normalmente, ir al monte, como eso no cierra, te puedes ir a la hora que te dé la gana. Si no voy al monte, puedo escribir, leer?