donostiA. Tiene especial debilidad por las noches electorales, aunque reconoce que le es difícil elegir entre una sección o programa de Onda Vasca. Vibra con el deporte, de forma particular con el Athletic.
¿Qué destacaría de la cuarta temporada de Onda Vasca?
Se ha abierto un nuevo tiempo en Euskadi y tenemos las mismas ganas de siempre para trasladar a los oyentes lo que está ocurriendo. No han variado los retos, estamos ilusionados a pesar de que la crisis salpica a todos, especialmente a los medios de comunicación.
La emisora empezó bajo el lema 'La realidad sin cambios'. ¿Cómo ve la situación ahora?
La realidad sociopolítica ha cambiado en Euskadi, los tiempos son otros, las ideas y las maneras de gestionar del futuro Gobierno suponemos que también. Es el momento de consensos y grandes acuerdos y Onda Vasca tiene que estar a la altura del escenario que viene.
La crisis afecta a todos los sectores. ¿Cómo se siente en la radio?
Es un momento complicado para las empresas de comunicación privadas. Los efectos de la crisis son especialmente notorios en las inversiones publicitarias, esas partidas son las primeras que se suelen resentir, aunque comercialmente quizá es el momento en el que más necesaria es la publicidad. No nos queda más que explorar nuevos formatos y caladeros, llegar al cliente que más necesite nuestra promoción y dar las gracias al que ya ha confiado en nosotros.
¿Cómo van a afectar a Onda Vasca los nuevos tiempos políticos?
Recuperaremos una relación normal con el Gobierno después de la censura a la que ha sometido Patxi López a Onda Vasca. A partir de ahí el trabajo será el mismo, intentaremos ofrecer información veraz, opinión cualificada y plural, y tenemos la voluntad de hacer a nivel de programación un esfuerzo creativo que nos diferencie del resto.
López no les ha dado ninguna entrevista. ¿La seguirán pidiendo cuando esté en la oposición?
Por supuesto, siempre que tenga algo que decir. Las hemos pedido insistentemente desde que fue proclamado lehendakari y solo hemos recibido negativas, en ocasiones con las excusas más inverosímiles. Los problemas de agenda del PSE son tan grandes como sus últimas crisis.
En la CAV prima la información política. ¿Hay que rebajar el tono?
No. Nuestra sociedad ha demostrado tener interés en lo que hacen bien o mal los políticos. No hay más que ver el mapa político vasco para comprobar cuántas sensibilidades y perfiles se conforman en un país tan pequeño. La información política es una de las fortalezas de Onda Vasca. Tenemos a dos de los mejores intérpretes del dial vasco: Xabier Lapitz y Javier Vizcaíno.
Si estuviera en su mano, ¿qué reforzaría en la emisora?
Nadie que quiera crecer puede estancarse pensando que ya ha conseguido el objetivo. Con nuestras dificultades, seguimos trabajando para elevar la audiencia. Lógicamente, si tuviéramos más recursos completaríamos la programación con formatos y colaboradores que nos gustan pero que no nos hemos podido permitir. Obviamente la excelencia en cualquier ámbito se alcanza con más presupuesto, con el entusiasmo y la implicación de los profesionales y con buenas ideas para optimizar los recursos.
Dicen que la radio envenena, ¿a usted también?
Yo no fui un locutor vocacional, en la Facultad me llamaban otros medios. Sin embargo, 20 años después me siento totalmente enganchado a la radio. Aún siento hormigas en el estómago cuando se enciende la luz roja.