La palometa, un pescado que es pura proteína. Presente prácticamente en todos los océanos del planeta, ese pescado blanco es uno de los más discretos del mercado y de las cocinas, pero no por ello deja de ser un excelente alimento. Y es que la palometa aporta un gran nivel de proteínas, por encima de muchos otros pescados. Al mismo tiempo es muy rico en yodo, vitaminas de la familia B, calcio y fósforo, motivo por el que resulta muy recomendable para deportistas.

Ajos tiernos, protector hepático. Los ajos tiernos se prestan a múltiples recetas (en revueltos, tortillas, guisos, sofritos, tempuras, etc.) y son grandes aliados para la salud de nuestro hígado. Sus altas propiedades desintoxicantes ayudan a depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo metales pesados como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar. Por lo tanto, su consumo está especialmente recomendado para las personas que siguen una medicación crónica.

Coco, un potente remineralizante. Esta fruta es muy rica en potasio y otros minerales como el hierro y el calcio, por lo que ayuda a mantener nuestros huesos y músculos fuertes. Además, el potasio es una sustancia importante para regular la forma en que los músculos se contraen al hacer deporte, por lo que el consumo del coco está especialmente indicado para evitar lesiones en los deportistas.

Comer más pasta para tener menos masa corporal. No siempre ha gozado de buena fama, pues se considera que ingerir muchos hidratos de carbono puede hacer engordar a la larga, pero un reciente estudio científico publicado en la revista Frontiers in Nutrition concluye que comer pasta a menudo, incluso prácticamente a diario, como se suele hacer en Italia, no solo no es malo, sino que es muy recomendable, ya que entre otros beneficios contribuye a que las mujeres adultas tengan menos cintura, peso e índice de masa corporal.

La leche de soja nos protege de la osteoporosis. Esta bebida tiene cada vez más seguidores gracias a sus múltiples propiedades, entre las que destacan su alto contenido en proteínas vegetales, fósforo, vitamina K e isoflavonas, nutrientes que refuerzan el esqueleto. Estos dos últimos compuestos, en concreto, mejoran la densidad ósea y ayudan a frenar la osteoporosis.

El hinojo regula las hormonas. Las mujeres que sufren reglas irregulares o aquellas a las que les afecta en exceso el síndrome premenstrual, pueden incluir en la dieta esta planta tan rica en fitoestrógenos, que presenta una importante acción reguladora a nivel hormonal, aliviando los síntomas y reduciendo las molestias. Durante la menopausia actúa como relajante y calmante.

Albaricoques, un gran tesoro de vitaminas. A, C, B9, B3, B2, B1 y B6. Podría parecer un código matemático, pero no lo es. Son las vitaminas que abundan en el albaricoque, una de las frutas con más beneficios nutricionales para el organismo porque, además, 100 gramos nos aportan la cantidad diaria de fibra recomendada por la Organización Mundial de la Salud, así como minerales tales como el potasio, el fósforo, el calcio, el hierro, el selenio y el zinc.

La vainilla reduce la inflamación. No solo otorga a nuestros platos un sabor y un aroma inconfundibles, sino que su consumo también podría prevenir enfermedades del sistema nervioso, como el Alzheimer, gracias a que combate la neuroinflamación, según destaca un estudio publicado en Applied Biochemistry and Bioedchnologys. Las propiedades antiinflamatorias de la vainilla, que se obtienen de un compuesto llamado vainillina, la hacen interesante en caso de artritis, gota, acné, etc.

La miel, muy eficaz contra la tos. Ya lo decía la sabiduría popular y así lo determina un estudio llevado a cabo por la Universidad de Oxford, que revela que este dulce alimento podría ser más eficaz contra los síntomas de las infecciones víricas que causan el resfriado (especialmente la tos) que los fármacos que los médicos suelen recetar, además de no tener efectos secundarios. Según los científicos, la miel podría ser una alternativa más barata y accesible, y también ayudaría a frenar la resistencia a los antibióticos.

Una dieta saludable podría prevenir o retrasar el Parkinson. Así lo ha revelado un estudio de la Universidad de Harvard (Estados Unidos), en el que participaron 47.679 personas, compartiendo a lo largo de los años los alimentos que consumían y las dolencias que padecían. De este modo se concluyó que el 33% de los que siguieron una dieta mediterránea, basada en un gran consumo de fruta, verdura, legumbres, cereales integrales y poca carne roja, fueron menos propensos a sufrir los síntomas que preceden a la enfermedad del Parkinson, tales como depresión, somnolencia diurna o estreñimiento.