El confinamiento al que está sometida la mayor parte de los países europeos para frenar la propagación del coronavirus ha supuesto una importante reducción de la contaminación en España y otros países de Europa, tal y como muestran las observaciones del satélite Sentinel-5P de Copernicus, facilitadas por la Agencia Espacial Europea (ESA).

Según los datos facilitados por el satélite, este mes se han desplomado las concentraciones de dióxido de nitrógeno sobre varias grandes ciudades de Europa como Madrid, París y Roma, como ya ocurrió en China, donde las medidas de cuarentena comenzaron hace meses.

La pandemia del coronavirus (Covid-19), que se ha propagado con gran rapidez por el planeta, afecta ya 170 países en los que hay más de 530 000 casos confirmados que han confinado en sus hogares a millones de personas en todo el mundo.

Científicos del Real Instituto Meteorológico de los Países Bajos (KNMI) han utilizado los datos de Sentinel-5P para seguir la evolución de la contaminación en Europa entre el 14 y el 25 de marzo, un periodo de diez días que "permite tener en cuenta la variabilidad meteorológica y cuantificar el impacto de los cambios debidos a la actividad humana", explica Henk Eskes, del KNMI.

Los investigadores del KNMI, en colaboración con científicos de todo el mundo, ha empezado a trabajar en un análisis más detallado empleando datos terrestres, datos atmosféricos y modelización inversa para interpretar las concentraciones observadas y poder calcular la influencia de las medidas de confinamiento.

El parón de la actividad turística como consecuencia del coronavirus ha permitido que la contaminación caiga y se vea el fondo de los canales de Venecia.

Sin embargo, para obtener datos concreto de la variación en las emisiones del transporte y la industria, hay que combinar los datos con modelos de química atmosférica, un proceso que aún tardará en completarse, advierte Eskes.

Observar a los países del norte

Además, los científicos también están observando con atención otros países del norte de Europa, como los Países Bajos y el Reino Unido para ver los efectos de las medidas de cuarentena en el noroeste de Europa.

Y es que "las características específicas de Sentinel-5P, con su alta resolución espacial y la capacidad de observar gases, traza con mayor precisión que otras misiones de monitorización de la atmósfera, permiten generar unos datos únicos sobre concentración de dióxido de nitrógeno desde el espacio", subraya el responsable de la misión Sentinel-5P de Copernicus para la ESA, Claus Zehner.

Por su parte, el director de los Programas de Observación de la Tierra de la ESA, Josef Aschbacher, ha destacado que la colaboración a largo plazo entre la ESA y el KNMI está siendo "muy fructífera y demuestra la importancia de los análisis complementarios por parte de distintas organizaciones asociadas. Como podemos ver, Sentinel-5P de Copernicus es el satélite mejor equipado para monitorizar las concentraciones de dióxido de nitrógeno a escala mundial".