Investigadores del Donostia International Physics Center (DIPC), la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) e Ikerbasque, con la participación de la Universidad de Harvard, han conseguido la primera ERC Synergy, dotada con 9,3 millones, para investigar sobre el origen del universo. Es el primer proyecto de estas características que logran instituciones vascas.

El proyecto Synergy-2020 NEXT-BOLD pretende descubrir si el neutrino es su propia antipartícula y responder así a preguntas fundamentales sobre el origen del universo.

El Consejo Europeo de Investigación (ERC) financia proyectos que buscan desarrollar investigaciones novedosas y de alto riesgo, y entre las ayudas que concede están las ERC Synergy, "con una tasa de éxito por debajo del 10%", según fuentes de la UPV/EHU y del DIPC, que destacan que estas ayudas son "las más competitivas". Su finalidad es "permitir a un pequeño grupo de investigadores y sus equipos reunir capacidades, conocimientos y recursos complementarios de una forma novedosa para abordar conjuntamente grandes retos en investigación", han explicado.

El proyecto Synergy-2020 NEXT-BOLD ha sido concedido a Juan José Gómez Cadenas, investigador Ikerbasque en el DIPC, Fernando Cossio, Catedrático de Química de la UPV/EHU y director científico de Ikerbasque, y Roxanne Guenette, profesora adjunta de Física de la Universidad de Harvard. Está dotado con 9,3 millones de euros y tiene una duración de seis años.

Primer proyecto

Desde el DIPC y la UPV/EHU han destacado que "se trata del primer proyecto de estas características que consiguen instituciones vascas". Gómez Cadenas ha subrayado que "conseguir una ERC Synergy proporciona los recursos necesarios para abordar el desafío científico más importante de mi carrera" y permite "establecer firmemente una nueva línea interdisciplinar".

El objetivo del proyecto Synergy-2020 NEXT-BOLD es diseñar, desarrollar y construir una nueva generación del detector NEXT con la capacidad de observar el ion de bario, basándose en un indicador molecular fluorescente y técnicas avanzadas de microscopía. Según sus impulsores, "este experimento tendría un gran potencial para descubrir si el neutrino es su propia antipartícula, lo que permitiría responder a las preguntas fundamentales sobre el origen del universo".