El curso universitario ha comenzado este lunes en Afganistán con una novedad consecuencia de la toma de la conquista de Kabul y la toma de poder por parte de los talibanes: ahora los hombres y las mujeres están separados por una cortina que divide cada clase.

Las fotografías tomadas en la Universidad Ibn e Sina de Kabul muestran a mujeres y hombres separados por una tela y confirman en cualquier caso la promesa de los talibanes de permitir que las mujeres continúen estudiando, incluso a nivel universitario.

Entre todas las críticas por el previsible recorte de derechos a las mujeres afganas, uno de los portavoces de los talibanes, Muyahid Zabihulá, aseguró que los talibanes en el poder defenderían los derechos de todos, especialmente los de las mujeres, aunque únicamente siguiendo los "valores islámicos": podrán tener "acceso a la educación y al trabajo", pero siempre "vistiendo el hiyab".

Este lunes 6 de septiembre, han abierto las puertas de los centros educativos y en la Universidad de Avicena, en Kabul,las mujeres han podido acceder a las aulas, aunque éstas han sido divididas por una cortina.

"Esta mañana hemos ido a reunirnos con estudiantes en el primer día de universidad en Kabul. Ya no hay clases mixtas, y hay que vestir el 'hiyab' y entrar por puertas separadas. Las clases están separadas por una cortina", escribe en las redes sociales el periodista franco-afgano Mortaza Behboudi, reportero de la cadena gala France2. Varios exalumnos de la universidad, han criticado esta rápida segregación por género impuesta por los talibanes y a la que ha tenido que acceder a la universidad, de carácter privado.

La situación contrasta con la vigente entre 1996 y 2001, en el anterior gobierno talibán, cuando las mujeres tenían prohibido estudiar a cualquier nivel e incluso trabajar. En 2017, con el anterior gobierno prooccidental, Human Rights Watch denunciaba que dos tercios de las niñas no iban al colegio.