Catherine Deneuve y Juliette Binoche son madre e hija en La verdad, la última película del director japonés Hirokazu Kore-eda, que fue la encargada de inaugurar la pasada edición del Festival de Cine de Venecia y que se estrena en cines el 25 de diciembre. Su director habla de ella como todo un reto, un reto en el que el resentimiento, el amor, las relaciones de familia y el paso del tiempo son cuestiones muy presentes.

La verdad es la primera película que ha rodado fuera de su país, Japón, ¿cómo se enfrentó a esta novedad?

Si me atreví a aceptar el reto de rodar mi primera película en el extranjero, en un idioma que no es el mío y con un equipo totalmente francés, fue sencillamente porque tuve la enorme suerte de conocer a intérpretes y colaboradores que querían trabajar conmigo.

¿El idioma supuso un problema a la hora de transmitir su idea sobre la película?

Durante el rodaje, Ethan Hawke, que forma parte del reparto, me dijo: “Lo importante no es hablar el mismo idioma, sino compartir la misma visión de la película”. Esas palabras me ayudaron a permanecer fiel a mí mismo y a no perder la seguridad.

En el elenco cuenta con dos estrellas del cine francés: Catherine Deneuve y Juliette Binoche. Empezando por la primera, ¿cómo fue trabajar con ella?

Que una de mis películas esté incluida en la filmografía de Deneuve, tan prestigiosa como la historia del cine francés, es para mí una fuente de orgullo y de preocupación. En el plató, Catherine siempre estaba de buen humor, era adorable, deliciosamente traviesa, y supo conquistar a todo el equipo. Y tengo que reconocer que a pesar de los constantes cambios en el guion, nunca se quejó y mantuvo intacta la alegría de la actuación.

En cuando a Juliette Binoche, ¿por qué pensó en ella?

Juliette Binoche fue la autora de la primera chispa. Nos conocimos cuando vino a Japón en 2011, sugirió que algún día deberíamos hacer algo juntos, y esa sugerencia se convirtió en el punto de partida de este proyecto, por eso quiero expresar mi respeto y gratitud por su valentía.

¿Contar con dos iconos del cine francés le ha permitido enriquecer la película?

Sí, y durante la reescritura pregunté en varias ocasiones a Catherine Deneuve y a Juliette Binoche qué significaba realmente actuar para ellas, y sus palabras nutrieron el guion y le imprimieron vida.

También ha contado en su reparto con la joven Clémentine Grenier, que nunca había pisado un plató de cine.

Pero encontró su sitio con absoluta naturalidad y demostró una personalidad y una presencia llenas de vida. Dirigimos a Clémentine entre Ethan (Hawke) y yo. Él delante de la cámara y yo detrás. Como suele ocurrir con los niños en mi cine, la niña observa con cierta filosofía el enfrentamiento entre estos hombres y mujeres algo abrumados y atrapados en el pasado.

¿Cómo surgieron la historia y el guion de La verdad?

La base es una obra teatral que empecé a escribir en 2003. Todo ocurría una noche en el camerino de una actriz de teatro que estaba al final de su carrera. Acabé por transformar la obra de teatro en guion y contando la historia de una actriz de cine y de su hija, que abandonó su sueño de seguir los pasos de su madre.

La ciudad de París, con sus paisajes y sus colores, también forma parte de la historia.

Quería que transcurriera en otoño para poder superponer lo que le está pasando a la protagonista al final de su vida con los paisajes parisinos cuando abandonan el verano. Espero que los espectadores se den cuenta de los sutiles cambios en las tonalidades verdes de los jardines a medida que se acerca el invierno, acompañando la relación entre madre e hija y dando el tono a sus vidas.

En su película habla de la familia, de enfrentamientos, rencores...

He querido hacer una película seria y ligera a la vez, donde puedan coexistir el drama y la comedia, como ocurre en la vida real. Espero que la química entre los intérpretes y la divertida mirada de la niña consigan imprimirle el tono adecuado.

¿Qué espera ahora de los espectadores que vayan a ver la película?

Que piensen en cosas como ¿qué hace que una familia sea una familia? ¿La verdad o las mentiras? ¿Cómo se escoge entre una verdad cruel y una mentira bondadosa? Estas son las preguntas que no dejé de hacerme durante todo el rodaje. Espero que todas las personas que vean la película tengan la oportunidad de encontrar las respuestas. Además, espero también que lo mucho que disfruté trabajando se vea reflejado en la pantalla y que los espectadores dejen la sala con la sensación de que han catado un trocito de felicidad. Este deseo es aún más fuerte debido a la pérdida de la gran actriz japonesa Kiki Kirin, fallecida el año pasado, que me conmovió profundamente como director, como hombre y como amigo.

PERSONAL

Fecha y lugar de nacimiento: Tokio (Japón), 1962.

Formación: Se licenció en la Universidad Waseda en 1987 y entró a trabajar en TV Man Union, donde realizó varios documentales que fueron premiados. En 2014 fundó la productora Bun-Buku.

Filmografía: En 1995 rodó su primer largometraje de ficción, Maboroshi no hikari. A ella le siguieron Hana (2006); Still walking (Caminando) (2008); Air doll (2009), aclamada en la sección Una Cierta Mirada en el Festival de Cannes; Kiseki (Milagro) (2011), que logró el Premio al Mejor Guión en el Festival de San Sebastián; De tal padre tal hijo (2013), que ganó el Premio del Jurado en el Festival de Cannes, y el Premio del Público en San Sebastián, Vancouver y Sao Paulo; Nuestra hermana pequeña (2015) que se estrenó en la Sección Oficial del Festival de Cannes y participó en el Festival de San Sebastián; Después de la tormenta (2016); El tercer asesinato (2017); y Un asunto de familia (2018), galardonada con la Palma de Oro del Festival de Cannes. Ahora llega a las salas comerciales La verdad, película escogida para inaugurar el Festival de Venecia 2019.