El fascinante viaje entre desfiladeros y lagos que los amantes de los trenes no se pueden perder
En un viaje único, este singular tren circula entre montañas y espectaculares desfiladeros, pasando por 30 lagos, 40 túneles y 75 puentes. Lleva a sus viajeros en medio. Lleva a sus viajeros en medio de la naturaleza sin bajar del vagón, salvo algunas paradas en pueblos y lugares de interés, a un recorrido histórico desde La Plana hasta Lleida
Viajar en tren puede ser un auténtico placer: tanto en trayectos cortos como largos, realizar un recorrido a bordo de un tren ferroviario te permite dedicarte a actividades que serían imposibles de realizar si, por ejemplo, condujeras tu propio coche, como mirar y disfrutar de los imponentes paisajes desde la ventanilla o dedicarte a conversar con tus compañeros de viaje o simplemente leer. El placer que se puede obtener de un viaje en tren se vuelve aún más satisfactorio si consideramos que, al relajarnos en nuestro asiento en el vagón, contribuimos activamente al bienestar del medio ambiente: no aumentamos el tráfico rodado y, en consecuencia, limitamos los daños de la contaminación atmosférica.
Esta enriquecedora y mágica experiencia se puede disfrutar con el Tren de los Lagos (Tren dels llacs), que parte de La Plana y se adentra hasta el prepirineo de Lleida. El viajero puede elegir entre dos formas de recorrerlos: El Tren Histórico o el Tren Panorámico, que destaca por sus ventanas de grandes dimensiones. En cualquiera de ellos se puede disfrutar de hermosos paisajes entre montañas, puentes, túneles, desfiladeros, y por supuesto, de los más bellos y emblemáticos lagos del Pirineo, así como de pueblos con encanto, que hace que te pellizques para ser consciente de que no estás soñando.
Tierras de Lleida
El viaje con el tren histórico, con una estética de los años 60, parte desde Lleida hasta La Pobla de Segur, cerca del río Segre, pasando por Balaguer por una vía única. Atraviesa las comarcas del Segriá, La Noguera y la zona del Montsec hasta llegar al corazón del Palllars Jussá. Se deja atrás el río Segre, y se adentra en la cuenca del río Noguera Pallaresa, lo que permite a los viajeros observar los embalses y terminar el recorrido en La Pobla de Segur, un lugar que a nadie le resulta indiferente.
Durante todo el trayecto el tren se detiene en determinados pueblos y lugares donde se puede gozar de tradiciones, y entornos muy diferentes.
Espacio Raier (Almadías)
Entre las tradiciones dignas de ser reivindicadas se encuentra la de los almadieros y sus almadías (raiers y rais en lengua vernácula) en La Pobla de Segur. La función de las almadías (o balsas), hechas de troncos de madera alineados y enlazados entre sí, era transportar los propios troncos –la madera siempre ha sido uno de los materiales más importantes usados en la construcción– desde las altas montañas hasta los valles o puertos de mar aprovechando el curso río abajo de las turbulentas aguas fluviales, como las del Noguera Pallaresa, el Segre o el Garona. Una de las pocas zonas del mundo donde anualmente se rememoran festivamente los fascinantes viajes de los almadieros es en el Pirineo Catalán.
El sentido de pertenencia de los almadieros tiene mucha raigambre si se evoca su historia: “Durante los últimos siglos, las cien familias del pueblo vivían de este antiguo oficio”. Para hacer memoria basta acercarse a su museo, ubicado dentro de la Ruta Turística de los Oficios de Ayer, donde se pueden admirar las fotografías, los utensilios usados, y otros vestigios de este ancestral transporte fluvial. En este museo, los visitantes podrán conocer de primera mano en qué consiste este oficio de los Pirineos, actualmente desaparecido (pero conmemorado en vivo en determinadas fechas de verano) y descubrirán cómo se trabajaba antiguamente la transformación de la madera y su transporte fluvial por el río.
La Vall Fosca
La Vall Fosca, situada al norte de la comarca del Pallars Jussà, es un escenario sugerente en el que conviven armónicamente el agua, la montaña, la más variada vegetación y diferentes especies de animales. El agua, con casi 200 lagos e innumerables riachuelos, es la gran protagonista del valle. Éste empieza a 800 m y el pueblo más elevado está a 1.420 metros de altitud, cerrando el conjunto de 19 núcleos rurales que conforman la Vall Fosca: desde la Pobleta de Bellveí, hasta la Central de Capdella.
El río Flamisell ejerce de eje del valle. Durante su recorrido se disfruta de un paisaje cambiante que nos lleva hasta la cabecera de la Vall Fosca, donde se encuentra el teleférico que da acceso al Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, y donde podemos visitar más de 30 lagos por encima de los 2.200m. Este teleférico es el único en el sur de los Pirineos que te traslada a citado parque. Un entorno que nos ofrece un paisaje de alta montaña, con una gran riqueza de fauna y vegetación.
En esta zona se pueden hacer varios itinerarios caminando, que conectan los lagos a más de 2.000 m, al camino de gran recorrido que permite llegar a Espot y a Boí, pasando por la Vall Fosca, la vía verde de la antigua vía férrea, ascensiones a picos como el Peguera (2.942 m), entre otros. O la vuelta por los refugios del Parque Nacional, Carros de fuego, que en la Vall Fosca empieza por el refugio de Colomina. Además, también destacan las siguientes propuestas: visita al Molino de Aceite, la Casa Mauri o el municipio de SDalás, donde destacan sus pintorescas tiendas. Desde 2018 el Parque Nacional es reserva por la UNESCO, también por la calidad de su cielo nocturno.
Museo Gerri de la Sal
¿Quieres saber cómo se hace la sal en un lugar tan alejado del mar? La pequeña villa medieval de Gerri de la Sal es conocida por su explotación de sal que, hasta hace poco, era su principal motor económico. Ahora, a través de su museo, se puede conocer cómo se elaboraba la sal en este lugar salino del interior de Catalunya. Durante la visita, descubrirás el trabajo que se realizaba y donde se guardaba la sal en época de producción. Se pueden admirar los molinos con los que molían la sal para su venta y un pequeño y coqueto teatro.
Balaguer, capital de la Noguera
La Plaça Mercadal, una bella plaza medieval porticada de 8.000 m2, la más grande de Catalunya de estas características, seguida muy de cerca por la de Vic, es el centro neurálgico de Balaguer. Esta importante ciudad conoció su época de prosperidad en la Edad Media, cuando era capital del condado de Urgell. Ha conservado murallas y restos del castillo de Formós, antiguo palacio musulmán. Por otro lado, el Museo de la Noguera, ofrece colecciones de arqueología, y en la Plaça Comtes de Urgell, se encuentra la antigua iglesia que fue la sinagoga de los judíos.
También es muy interesante subir por la empinada calle de la Botera para encontrarse con el Portal del Gel, desde el que disfrutar de una fabulosa vista de la antigua ciudad medieval. Hay mucho que ver en Balaguer. Una ciudad a la que desearás volver para visitarla sin prisas.
¿Te apasiona la cerveza? En La Pobla de Segur, en el Pallars Jussà (Lleida), se ubica la fábrica de cervezas artesanas Ctretze Pirineus, la cervecera con más producción del Pirineo, (1.000 hectolitros/año) Esta cervecera ofrece visitas guiadas para conocer cómo trabajan y, degustar, además, una cata. Asimismo, se puede visitar otra fábrica de licores centenaria, con cata incluida (no te preocupes por la ingesta alcohólica, conduce el maquinista). Se trata de licores del Protet. Puedes pedir botellas personalizadas para obsequiar en personales encuentros o celebrar eventos. Así, sin prisas, el viajero puede disfrutar de estas experiencias con el Tren de Los Lagos y vivirlas desde un ángulo muy diferente ¡olvidándose del automóvil!