El día 6 de diciembre se celebra el día de la Consitución y el 8 la Inmaculada. Si a estos dos festivos del calendario sumamos que en Navarra el día 3 se celebra el Día de Navarra, con motivo de la festividad de San Francisco Javier, la primera semana de diciembre se convierte en una de las favoritas para hacer una escapada con familia o amigos.

Destinos hay muchos, y Madrid suele estar entre los favoritos, ya que la Navidad está a la vuelta de la esquina y la ciudad se transforma con miles de luces de colores, abetos gitantes, mercadillos, pistas de hielo... Además, es una ocasión para disfrutar de espectáculos programados en estas fechas, visitar museos y exposiciones, o simplemente callejear.

Aquí van cinco propuestas que pueden servir de guía para quien planee una escapada en familia a Madrid.

La Puerta del Sol, durante la pasada Navidad. Cristina Rueda

Visitas navideñas

El encendido oficial de las luces de Navidad en Madrid será el 28 de noviembre, así que un viaje a Madrid a comienzos de diciembre ya tiene sabor navideño. Contemplar el alumbrado navideño desde un autobús es casi ya una tradición. Se llama Naviluz y es un servicio especial que recorre algunas de las zonas más céntricas de la ciudad. Sale desde la calle Felipe IV, al lado del Museo del Prado, y la llegada es en la Plaza Cánovas del Castillo. La entrada general cuesta 10 euros.

Muchos edificios transforman sus fachada por Navidad. Cristina Rueda

Otra visita imprescindible es la Galería Canalejas, que alberga tiendas y restaurantes de lujo. La fachada de este mítico edificio se transforma por Navidad con cientos de bolas y luces que decoran las paredes y crean un árbol.

Y para completar el día, no puede faltar un mercado navideño. El de la plaza Mayor es un clásico para quien busca figuras del Belén, adornos y luces para el árbol o cualquier otro elemento decorativo, pero también hay similares en otros puntos de la ciudad, como en la Plaza de España o el de la Asociación Madrileña de Oficios Artesanos, un lugar para comprar regalos con mucho encanto, desde joyería y bisutería hasta cerámica, textil, sombrerería...

El museo de la Ilusiones

Este original museo es apto para personas de todas las edades que quieran pasar un rato divertido a través de experiencias visuales. Los escenarios preparados para crear efectos especiales invitan a disfrutar y sacar fotos sin parar. 

Juegos de luces y sombras en el Museo de las Ilusiones. Loreto Iriarte

El museo está dividido en varias estancias: el cuarto de Ames, el cuarto Inclinado, el cuarto Infinito, el cuarto Invertido o el túnel del Vórtice. Además, cuenta con un Salón de Juegos Inteligentes, para entrenar el cerebro con diversos reots.

Se encuentra en la calle del Doctor Cortezo, 8. (Metro: Tirso de Molina, L1).

Un capricho para el paladar

En cualquier escapada turística, casi sin darnos cuenta hacemos miles de pasos -que contabiliza el reloj digital-, y no está de más programar un descanso bien merecido en algún local especial. En invierno en Madrid es un clásico sentarse a tomar un chocolate con churros y entre todas las cafeterías hay algunas con gran fama, como la Chocolatería San Ginés (en el pasadizo de San Ginés, 5). También se puede optar por una versión modernizada y minimalista muy de moda en este momento, se llama Manosanta y está en la calle Hermosilla, 97.

Un chocolate con churros en San Ginés.

Un chocolate con churros en San Ginés. Cedida

Otra opción es aprovechar la escapada para visitar alguna de esas cafeterías que triunfan en Instagram, tanto por sus dulces como por su decoración. Es el caso por ejemplo de Mama Pottery Café (tiene varias direcciones), que también es un estudio de pintura cerámica en el que puedes elegir tu propia taza, los colores y pintarla mientras degustas una tarta.

Igual de fotogénica es Coco Mocca (Paseo de las Acacias, 49), una pastelería en tonos rosas, con una decoración realmente cuidada, con sillas de terciopelo, adornos florales que trepan hasta el techo y hasta una cabina telefónica en el mismo tono. 

Parque de El Retiro

El parque de El Retiro es un clásico en Madrid tanto para vecinos como turistas. Está en el corazón de la ciudad y con sus 118 hectáreas de extensión ofrece espacios monumentales tan espectaculares como el Palacio de Cristal. Si se va con niños (o no) existe la opción de dar un paseo en barca en el estanque del parque o bien alquilar una bicicleta y recorrer sobre dos ruedas sus caminos. Columpios y zonas de juegos completan este parque que puede servir para desconectar del bullicio de la ciudad. 

Además, el Teatro de Títeres, localizado muy cerca de la entrada desde la plaza de la Independencia, donde se encuentra la Puerta de Alcalá, cuenta con una programación anual al aire libre y de acceso gratuito.

Atardecer desde el templo de Debod

El templo de Debod es uno de los atractivos de Madrid más desconocidos. Se trata de un templo egipcio dedicado a Amón de Debod y a Isis, construido hace unos 2.200 años y fue donado por Egipto a España en 1968, en agradecimiento por la ayuda en el salvamento de los templos de Abu Simbel.

El templo de Debod, iluminado al atardecer. J.S.M.

Está situado en la calle Ferraz 1, y como curiosidad, al ser trasladado a Madrid, se situó de manera que conservase aproximadamente la misma orientación que tenía en su lugar de origen, de este a oeste.

Se puede visitar de martes a domingo y festivos, de 10 a 20 horas, tiene una duración de 30 minutos, es gratuito, y es recomendable reservar. Y si se puede elegir horario, mejor a última hora, para coincidir con el atardecer y ver esconderse el sol desde tan emblemático lugar.