La coalición de derechas que gobierna Italia desde octubre, liderada por Giorgia Meloni, apuntaló hoy su hegemonía al arrasar en la elecciones regionales en Lacio (centro) y Lombardía (norte) que contaron con una muy escasa participación.

"Se trata de un resultado que consolida la unión de la derecha y refuerza el trabajo del gobierno", celebró enseguida Meloni en sus redes sociales, con las primeras proyecciones que permitían atisbar una evidente victoria conservadora.

Su vicepresidente y ministro de Exteriores, Antonio Tajani, uno de los referentes de la "berlusconiana" Forza Italia, aseveró que esta victoria "demuestra la confianza en el gobierno de derechas" y expresó su "satisfacción".

Los comicios, a los que estaban convocados 13 millones de ciudadanos, eran importantes por celebrarse en dos regiones clave como Lacio, que alberga la capital nacional, Roma, y gobernada desde 2013 por la izquierda, y Lombardía, el auténtico motor económico e industrial de todo el país y bastión de la derecha desde 1994.

Pero también porque suponían una primera prueba electoral para la coalición que gobierna Italia desde el 22 de octubre, integrada por los ultraderechistas Hermanos de Italia de la primera ministra Meloni, la Liga de Salvini y el partido de Silvio Berlusconi.

La derecha, como vaticinaban todas las encuestas, acabó arrasando, gracias a su unidad, apoyando a candidatos comunes, una entente que no consiguieron las formaciones de centro e izquierda, el Partido Demócrata (PD, progresistas), Movimiento 5 Estrellas (M5S) y Terzo Polo (centro).

En Lombardía, el presidente saliente Attilio Fontana, derechista, se impuso con el 54,4 % al candidato conjunto del PD y del M5S, el exconcejal milanés Pierfrancesco Majorino (33,6 %) y a la de Terzo Polo, Letizia Moratti (10,1 %), según las primeras proyecciones.

En Lacio, la derecha conquistó su gobierno gracias a su candidato, el expresidente de Cruz Roja Italiana, Francesco Rocca, que obtuvo un amplio 52,1 %.

En esta región lo partidos opositores estuvieron más divididos que en Lombardía y acabaron perdiendo: el candidato del PD, Alessio D'Amato, responsable regional de Sanidad en pandemia, obtuvo el 34,7 % y la del M5S, la periodista Donatella Bianchi, un 10,6 %.

Los comicios eran importantes también porque suponen una prueba del empuje de la coalición de derechas casi cuatro meses después de llegar al poder, el 22 de octubre, tras las elecciones generales del 25 de septiembre del año pasado.

La derecha concurrió unida presentando el mismo candidato mientras que el centroizquierda, el Partido Demócrata (PD, progresista), el Movimiento Cinco Estrellas (M5S, populista) o Terzo Polo (centro) no lograron consensuar candidatos en ambas regiones.

Una escasa participación

Los comicios regionales se han caracterizado además por una mínima participación, pese a que se celebraron durante día y medio, todo el domingo y este lunes hasta las 15.00 horas (14.00 GMT) precisamente para facilitar a la gente el ejercicio del voto.

En el Lacio, de los 5 millones de electores, solo acudió a votar el 41,84 % del censo, frente al 69,97 % que lo hizo en las elecciones de 2018.

En Lombardía, con casi 8 millones de personas con derecho a voto, acudió a las urnas solo el 41,64 %, mientras que hace cinco años lo hizo el 71,90 %.

Lo cierto es que en Roma el clima electoral ha sido prácticamente inexistente en estas semanas, apenas cuatro meses después de votar en unas generales, y el dato de abstencionismo fue revelador: solo uno de cada tres romanos acudió a los colegios electorales.