Un incidente sacudió este jueves la Asamblea Nacional francesa cuando, durante un debate sobre inmigrantes, un diputado ultraderechista lanzó un grito que fue interpretado por muchos miembros de la cámara como un comentario racista contra un legislador negro.

El diputado que estaba hablando en ese momento era Carlos Mertens Bilongo, miembro del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI), que llamaba la atención sobre la situación de alrededor de un millar de inmigrantes rescatados por tres barcos de rescate de otras tantas ONG, para los que se está buscando -hasta ahora sin éxito- puertos de desembarco.

Entonces sonó el grito "que se vuelvan a África" o "que se vuelva a África" (la pronunciación en francés es casi idéntica), y los diputados de LFI consideraron que se había usado el singular para ofender a su colega.

Eso generó una violenta diatriba verbal que obligó a la presidenta de la Asamblea, Yaël Braun-Pivot, a suspender la sesión.

"Es realmente triste... ser insultado. Es vergonzoso", lamentó Mertens en unas declaraciones a la prensa a la salida del pleno de la Cámara Baja.

"No hay espacio para el racismo en democracia", afirmó por su parte la primera ministra, Élisabeth Borne, quien pidió que se inicie el procedimiento para sancionar e incluso retirar el acta de diputado al autor del comentario, Gregoire de Fournas.

El parlamentario, que es uno de los 89 diputados de la Agrupación Nacional (RN, el partido de Marine Le Pen), aseguró en otras declaraciones que en realidad lo que dijo es "que se vuelvan a África", comentario que según él "ha sido manipulado" por los diputados de LFI.

De Fournas insistió en que su comentario no se refería a Mertens, sino a "los inmigrantes de los barcos", y criticó a los diputados de LFI por buscar "polémicas estériles". "No voy a pedir perdón por algo que no he hecho", añadió.

La propia Le Pen salió después a defender a su diputado, al recalcar que De Fournas "se refería a los migrantes transportados por los barcos de las ONG", y consideró que se ha creado una "polémica burda".

En cambio, el ministro francés de Transportes, Clément Beaune, que precisamente este jueves denunció un mensaje escrito homófobo, señaló que el barniz que según él se ha puesto la ultraderecha "se agrieta. La extrema derecha sigue siendo la extrema derecha, racista y brutal", y mostró su "pleno apoyo" a Carlos Mertens Bilongo.