El incendio que se declaró el martes en el departamento francés de Gironda no ha registrado avances "significativos" durante la noche del jueves al viernes, aunque las autoridades ya han elevado a 7.400 las hectáreas quemadas en estos últimos días.

La Prefectura de Nueva Aquitania ha advertido en un comunicado este viernes de que sigue habiendo un "riesgo muy severo" de expansión de las llamas, debido a las altas temperaturas y la sequedad del terreno. Unos 1.100 efectivos participan a las tareas de extinción, a las que también se han sumado equipos de varios países europeos.

El subprefecto de Arcachón, Ronan Léaustic, ha querido destacar que la falta de avances durante la noche es en sí misma una "buena noticia" y ha defendido las "evacuaciones preventivas", que afectan a unas 10.000 personas, para evitar a toda costa daños personales, según Franceinfo.

Francia observa con preocupación la evolución de los varios incendios que siguen activos, principalmente porque este viernes se espera el pico máximo de temperaturas de la actual ola de calor.

En el departamento de Vandea, en el oeste del país, más de mil personas han sido evacuadas por un incendio forestal que, según los primeros indicios, tuvo un origen humano, mientras que también se han registrado en las últimas horas otros fuegos en Bretaña y en Jura.