La Comisión Europea (CE) aseguró ayer que las sanciones occidentales contra Rusia a raíz de la invasión de Ucrania no impiden el envío a Moscú de la turbina de Siemens Energy necesaria para aumentar la capacidad del gasoducto Nord Stream, que sirve gas ruso a Alemania y que actualmente funciona a capacidad reducida.

“No hay nada en las sanciones que prohíba que la turbina de Siemens que actualmente tiene que ir a Rusia, vaya. Todo lo demás que se diga sobre el asunto es simple y llanamente incorrecto”, aseguró este viernes el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, en una rueda de prensa de la institución. “Todo lo que los rusos están diciendo sobre esto es, básicamente, una excusa para no suministrar gas a la Unión Europea”, aseguró.

La reacción del Ejecutivo comunitario responde a que el gigante del gas ruso Gazprom declaró esta semana que las sanciones occidentales hacen imposible la llegada de la turbina a la estación compresora Portovaya del gasoducto Nord Stream, que sigue funcionando solo a un 20% de su capacidad. “Es solo una excusa”, agregó el portavoz de la Comisión Europea, que recordó que Bruselas ha acusado reiteradamente a Rusia de estar haciendo “chantaje” con el gas.

La Comisión mantiene que “las sanciones no afectan a bienes o tecnologías relacionados con la industria o el transporte de gas natural a la UE” y que “el Nord Stream no está sometido a ninguna sanción”, según precisó también la portavoz comunitaria de Competencia, Arianna Podestà.

El Ejecutivo comunitario se alinea así con el canciller alemán, Olaf Scholz, quien este semana visitó la planta de Siemens Energy de Mühlheim (oeste de Alemania), donde se encuentra la turbina ya reparada y aseguró que la misma esta “preparada para ser transportada” a la estación rusa.

Gazprom suspendió completamente los suministros durante diez días, en julio, argumentando que eran necesarias tareas de mantenimiento y por la falta de una turbina. Finalmente se reanudaron los suministros, pero reducidos a un 20% de la capacidad del gasoducto, ya que Moscú sigue insistiendo en los “problemas técnicos”. Así, la turbina ha centrado las conversaciones estas últimas semanas tras la disminución de los flujos de gas por parte de Gazprom a través del gasoducto que conecta Rusia y Alemania, en lo que los altos funcionarios alemanes y de la UE dicen que es un movimiento políticamente motivado por Moscú destinado a provocar una crisis energética en Europa.

Ucrania pide no reparar

Mientras tanto, la embajadora de Ucrania en Canadá, Yulia Kovaliv, pidió ayer a las autoridades canadienses que se nieguen a reparar otras cinco turbinas del gasoducto Nord Stream 1 después de que Ottawa enviara a Alemania esa primera turbina reparada y lista ahora para su entrega a Rusia.

Kovaliv, que se dirigió a la Comisión de Exteriores de la Cámara de los Comunes de Canadá, que celebraba una vista sobre posibles excepciones a las sanciones impuestas contra Moscú por la invasión de Ucrania, señaló que Rusia “es responsable de la crisis del gas en Europa”. “Si la razón de la excepción es evitar que Rusia culpe a las sanciones de las interrupciones en el suministro, está ahora más claro que nunca que Rusia utilizará las otras cinco turbinas como herramienta de humillación, no caigáis en la trampa”, aseveró.

La embajadora dijo que la “lógica” en torno al presidente ruso, Vladímir Putin, y la guerra “no ha evitado que se produjera”. Ucrania está buscando formas de “trabajar con países europeos para reducir la dependencia del gas ruso” en Europa. “Buscamos ayudar para encontrar una ruta alternativa y suministrar electricidad adicional a la Unión Europea para que reemplace los suministros rusos”, aseveró en ese sentido Kovaliv.