La Comisión Europea estudia ampliar el arsenal de ayudas públicas que los gobiernos del bloque pueden desplegar para apoyar a las empresas más afectadas por las consecuencias de la guerra de Rusia en Ucrania, en especial el aumento del precio del gas.

En concreto, el Ejecutivo comunitario ha enviado a los Estados miembros un borrador para "ajustar" el marco temporal de ayudas de Estado que adoptó el pasado 23 de marzo para limitar el impacto de la agresión militar en el tejido empresarial comunitario, según ha informado en un comunicado.

Entre las medidas que la institución europea valora aprobar y que ha planteado a los socios del bloque se encuentra un aumento de las ayudas que se pueden conceder por empresa beneficiaria, aunque las autoridades comunitarias no detallaron las cuantías exactas.

Según las normas actuales, los países pueden otorgar ayudas directas de hasta 35.000 euros por empresa afectada en los sectores de agricultura, pesca y acuicultura y de hasta 400.000 euros por empresa afectada en los demás sectores.

Bruselas defendió que la invasión "prolongada" rusa de Ucrania justifica la actualización, así como el hecho de que sus efectos "directos e indirectos" sobre la economía y los mercados energéticos siguen pesando sobre las empresas europeas.

Por esta razón, la consulta que la Comisión Europea ha enviado a las capitales del club "tiene en consideración" el objetivo de la UE de reducir al máximo su dependencia en el carbón, el petróleo y el gas de Moscú, incluido en la hoja de ruta que bautizó como Repower EU.

En esta línea, busca activar medidas adicionales, facilitar inversiones en energías renovables como hidrógeno, biogas y biometano, así como en infraestructuras de almacenamiento.

En particular, la Comisión sugiere a los Estados miembros una enmienda que les permitiría establecer procedimientos de contratación pública simplificados y más rápidos, al tiempo que "incluyen las salvaguardias necesarias para proteger la igualdad de condiciones" en el mercado único.

Por otro lado, los cambios propuestos por Bruselas simplificarían las medidas nacionales para diversificar el suministro energético y apoyar la descarbonización de procesos industriales también con nuevos esquemas de contratación pública e incluso abriendo la puerta a conceder ayudas sin licitaciones previas, aunque con "ciertos límites".

En ambos casos, los Estados miembros tendrán que garantizar que los proyectos son desarrollados en un plazo de tiempo concreto y demostrar que conducen a una "aceleración efectiva" de la senda para alcanzar las metas de la hoja de ruta comunitaria para desprenderse de los combustibles fósiles rusos.

Con el envío del borrador a las capitales, el Ejecutivo comunitario esperará a recibir los comentarios de los gobiernos europeos antes de adoptar la primera actualización del marco temporal de crisis derivado de la guerra rusa en Ucrania.