El Gobierno de Alemania paralizará el proceso de aprobación del gasoducto 'Nord Stream 2', una infraestructura estratégica para trasladar suministro desde Rusia, en respuesta a la escalada de tensiones en Ucrania.

La presión sobre el canciller, Olaf Scholz, para que adoptase una decisión en este sentido venía creciendo ya en las últimas semanas y el detonante final ha sido el reconocimiento por parte de Rusia de la independencia de las regiones ucranianas de Donetsk y Lugansk.

Entre los países más críticos con Berlín ha estado Estados Unidos, pero Scholz por ahora no había formulado ninguna promesa al respecto. En sus visitas a Washington y a Moscú, evitó vincular públicamente el futuro del 'Nord Stream' a una potencial invasión rusa sobre Ucrania.

El gasoducto, que conecta la reservas rusas con la zona occidental de Europa a través del mar Báltico, está ya completado, pero su funcionamiento estaba aún pendiente de los certificados de operatividad en Alemania.

El canciller ha confirmado este miércoles que ha solicitado al Ministerio de Economía la retirada de un informe sobre la seguridad del suministro, un documento esencial para obtener la certificación final. "Parece técnico, pero es una medida necesaria en términos administrativos y legales", ha dicho Scholz.

Berlín quiere ahora reevaluar el escenario continental teniendo en cuenta "lo que ha cambiado en los últimos días", en palabras del dirigente socialdemócrata. Scholz ha esgrimido que "la situación actual es completamente diferente" a la que había hace apenas unos meses.

El punto de inflexión ha sido el reconocimiento de la independencia de las administraciones rebeldes del Donbás. El canciller alemán ha acusado a Putin de cometer una "grave violación del Derecho Internacional" y ha reclamado una "señal clara" de la comunidad internacional, para dejar claro "que tales acciones no quedarán sin consecuencias".

"Anoche, en el Consejo de Seguridad de la ONU, nosotros y otros Estados ya dejamos claro que Rusia no tiene ningún apoyo en el mundo para sus acciones", ha subrayado Scholz, añadiendo que Putin espera ahora una provocación "para tener un pretexto y posiblemente ocupar toda Ucrania".

No habrá armas

Sin embargo, Scholz ha dejado claro en rueda de prensa junto al primer ministro irlandés, Micheál Martin, que Alemania no enviará armas a Ucrania --"es una situación que no ha cambiado", ha dicho--. Berlín aboga por "reforzar la resiliencia económica de Ucrania" y se erige como un "estabilizador financiero" clave.

El canciller tampoco ha dado por muerta la vía diplomática y ha apuntado que el formato de Normandía, que aúna a Alemania, Francia, Ucrania y Rusia, "sigue siendo importante". De la posible revitalización de este cuarteto ha hablado ya con el presidente galo, Emmanuel Macron.