Síguenos en redes sociales:

Tribuna abierta

El Pacto de Estado sobre emergencia climática es insuficiente

No hay que esperar a los negacionistas para un acuerdo que nunca van a aceptar. Así que mejor sería que el gobierno central presentara una propuesta mucho más ambiciosa

El Pacto de Estado sobre emergencia climática es insuficienteJ.Casares

En 2025 en el Estado español se han perdido más de 400.000 hectáreas debido a los incendios forestales, la mayoría de ellos declarados a finales de julio y principios de agosto. Estos fuegos, imposibles de apagar y con un potencial de destrucción inmenso, han estado alimentados por el cambio climático, tal y como acaba de concluir un grupo de 13 especialistas del World Weather Attribution (WWA).

Los investigadores concluyen que las olas de calor y la sequía han intensificado la propagación de incendios en la Península Ibérica, donde las altas temperaturas superaron los 40 ºC durante diez días consecutivos, el episodio más cálido jamás registrado en España. El cambio climático, causado principalmente por la quema de combustibles fósiles, ha hecho que las condiciones meteorológicas propicias para los incendios sean aproximadamente 40 veces más frecuentes y un 30% más intensas, según el estudio de World Weather Attribution.

Los estudios de atribución del cambio climático analizan si el cambio climático ha influido en la intensidad, frecuencia o probabilidad de fenómenos meteorológicos extremos específicos, como olas de calor, sequías o lluvias torrenciales. Estos análisis científicos comparan la ocurrencia de un evento en el clima actual, influido por la actividad humana, con el clima sin ese calentamiento, y pueden incluso cuantificar la contribución del cambio climático a la probabilidad del evento.

Desgraciadamente, estos incendios son una señal de lo que está por venir. A día de hoy, un aumento de 2 grados centígrados de calentamiento global a finales de la década de 2030 es un pronóstico muy realista y es lo que se baraja por parte de los científicos, que son 3 grados en la península Ibérica y más de 4 grados en época estival.

El peor escenario

No acabamos de creernos que nos encaminamos hacia uno de los peores escenarios que describe el Panel Intergubernamental de Naciones Unidas (IPCC). Esto debe formar parte de un cambio de paradigma a nivel institucional e informar y formar a la ciudadanía desde la ciencia.

En este contexto un Pacto de Estado es un anuncio coherente con el mayor reto que vivimos como Humanidad, la Emergencia Climática. Cualquier pacto debería estar basado en el conocimiento científico, que sea mucho más ambicioso que las políticas y objetivos actuales. Junto con ello, hacen falta como dice la organización Greenpeace medidas de adaptación, prevención y gestión de riesgos climáticos, como, por ejemplo, planes de adaptación al calor extremo. El cambio climático ha triplicado las muertes por calor, que se producen de forma mayoritaria en las ciudades. Es prioritario impulsar los planes municipales de adaptación al calor.

Para reducir la amenaza que suponen los eventos meteorológicos extremos es imprescindible aumentar la ambición climática con medidas que reduzcan las emisiones y frenen el avance del cambio climático.

También hay que reforzar los medios de investigación de las fiscalías de medio ambiente para localizar a los responsables y conocer las causas y motivaciones de los incendios forestales, así como proteger a los afectados climáticos.

El presidente Pedro Sánchez ha anunciado 10 medidas para impulsar un pacto de Estado contra la emergencia climática. La que más se ha amplificado es la creación de una agencia estatal de protección civil y emergencias para mejorar la coordinación ante los eventos extremos. Otra de las grandes medidas anunciadas tiene que ver con las altas temperaturas, y se plantea crear, en colaboración con los ayuntamientos y gobiernos autonómicos, una red estatal de refugios climáticos en las ciudades y municipios.

El grueso de las propuestas está relacionado con los incendios forestales. En este sentido, Pedro Sánchez ha hecho hincapié en la necesidad de priorizar la prevención –“los incendios se apagan en otoño e invierno”–, con lo que hay que mantener y aumentar “los medios técnicos y humanos necesarios para combatir eventos extremos”; impulsar un “modelo nuevo de gestión en el que se promueva la reforestación con bosques mixtos, con especies resistentes y aprovechamientos agrarios y forestales”, así como “reconocer y potenciar el papel del mundo rural” ante los eventos extremos potenciados por el cambio climático.

En la misma línea, las propuestas del Gobierno español pasan por “fomentar la agroforestería, la ganadería extensiva, la agricultura regenerativa, el pastoreo y el riego eficiente”, y se considera necesario que se priorice la “resiliencia hídrica”, con medidas centradas en luchar contra las inundaciones y sequías.

Propuestas interesantes, pero...

Algunas de las propuestas lanzadas son interesantes, pero deberían de ir más lejos. Concretamente, tal y como señala Rebelión Científica en un artículo publicado en la revista Climática, medidas como la creación de una agencia estatal de emergencias, una red de refugios climáticos o fondos de reconstrucción, no responden a la profundidad de la crisis ni a la magnitud de la transformación sistémica que recomiendan los expertos para limitar el alcance de las catástrofes climáticas. De hecho, las propuestas del Gobierno español por “fomentar la agroforestería, la ganadería extensiva, la agricultura regenerativa, el pastoreo y el riego eficiente” son medidas necesarias, pero no integran la reforma global del sistema agrario que se necesita, ni integran una reforma fiscal o de planificación de la gestión territorial que deje de considerar el campo como zona de sacrificio.

Una de las cuestiones más críticas de la propuesta, a pesar del anuncio de que la construcción de este Pacto va a ser participativa, es que en la hoja de ruta no se establezca claramente que sea un proceso abierto y participativo. Y es que es absolutamente necesaria también democracia participativa vinculante con instrumentos como las Asambleas Ciudadanas por el Clima permanentes, es decir, con voz real en la gobernanza ambiental.

La propuesta de pacto de Estado frente a la emergencia climática ha recibido el pasado viernes día 5 un serio varapalo en el Congreso de los Diputados, no solo por la dificultad de que se sumen al acuerdo el principal partido de la oposición, el PP, que gobierna la mayoría de las autonomías, sino porque los partidos que apoyaron la investidura de Sánchez han sido muy críticos ante la propuesta que han calificado de simple “planteamiento táctico”, “cortina de humo” e iniciativa “propagandista”.

Varias de estas formaciones que respaldaron la investidura –como BNG, PNV, ERC, EH Bildu y Junts– han advertido, además, contra la recentralización de competencias que podría suponer ese pacto.

No hay que esperar a los negacionistas para un acuerdo que nunca van a aceptar. Así que mejor sería que el gobierno central presentara una propuesta mucho más ambiciosa.

Experto en temas ambientales y Premio Nacional de Medio Ambiente