Por curiosidades de la vida que no vienen a cuento especificar en detalle, aunque todas ellas arrancan y tienen que ver con la actividad política localizada en la conocida por “Transición Política” de finales de los 70 y principio de los 80, conozco de muy joven, es decir desde hace varias decenas de años, a un navarro de pro de amplia, generosa y procelosa vida política. Su nombre es conocido, sobre todo en la Navarra foral y qué decir en su querida Pamplona. Hablo de Koldo Martínez Urionabarrenechea. Es curioso percibir cómo algunas amistades labradas en la vida y en épocas muy lejanas perduran y “resisten” al inevitable pasar de los años y a la propia distancia geográfica. Las nuevas tecnologías, es sabido, tienen su debe y su haber. En algunas ocasiones acercan a las personas, o mejor dicho, mantienen el contacto y la relación si cuentan para ello con la aquiescencia de ambas personas. Es el caso. Siempre he apreciado a Koldo. Siempre lo he tenido en gran estima. He seguido con atención su presencia y quehacer político en diferentes instancias. Para mí, y corro el riesgo de que Koldo me tire de las orejas, siempre ha sido para mí un claro referente en honestidad, trabajo, dedicación, rigor y ejemplaridad. Así lo pienso y así lo digo.
En una de estas ocasiones cuando Koldo y yo nos cruzábamos mensajes sobre no sé qué (creo que era sobre la persona de Alfredo Espinosa, vida, muerte y legado), me pasó una documentación que ciertamente me impactó. Y mucho. Fui consciente de que había muchos Alfredos Espinosas, que su carta escrita horas antes de ser fusilado no era la única escrita en esas trágicas condiciones, de saber que vas a ser fusilado por tu propia ideología y firmezas políticas. Koldo me habló de su aitona, el padre de su madre. Le he pedido permiso para hacer público su caso, obvio su inmediata y agradecida respuesta. Parafraseo pues algunos de los documentos que ha puesto en mis manos. Espero estar a la altura de sus expectativas. Al menos lo intentaré.
Primer documento
Referencia de la Guardia Civil: “Con fecha 2 de noviembre de 1936 es detenido por fuerzas de la Guardia Civil del Puesto de Mondragón José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi (de 36 años de edad, natural de Mondragón, provincia de Guipúzcoa hijo de Pantaleón y de Lorenza casado, de profesión escribiente, con domicilio en Mondragón, calle de José María Resusta número 19, piso 3º), detenido por el delito de auxilio a la rebelión, espionaje y fabricación de armas contra el Ejército nacional, pasando a disposición del Gobierno Civil de la provincia. Con fecha 4 del mismo mes y año, estando en la cárcel, pasó a disposición del Juez militar de Plaza (1486.-32)”.
Documento segundo
Impactante carta escrita a su familia temiéndose lo peor para su vida y existencia. Dice así la carta “Mi queridísima mujer, Conchita, Isabelita, Mary Nati, Ignacito, madre y hermana. Bien sabe Dios mi inocencia en el grave asunto que se ventila y por cuyo desenlace me asaltan graves temores, pero acato gustoso la divina voluntad y me someto a sus designios, perdonando de todo corazón a los que me colocan en este trance. Dios quiera que tengamos la dicha de vernos mutuamente para que le sirvamos mejor que hasta el presente, pero si así no fuera y me llamase a su lado, os pido resignación y que no tengáis pena de mí, puesto que todos los sacrificios que llevo y los que esperan, les ofrezco el perdón de mis pecados y no dudo que los aceptaré y me llevará a su lado. Cuidad bien a mis desgraciados hijos y enseñadles a servir a Dios y a perdonar a sus enemigos, para que él les perdone. Ya sé la triste situación en que os dejo y que es la última pena que llevo, pero ahí está mi santa madre que no os abandonará, y mi queridísima hermana, esperando que todos os améis de veras y de esta forma os será más llevadera vuestra desgracia. Nunca he dejado de rezar un avemaría por el alma de mi padre (qepd) y si es voluntad de Dios, creo que nos encontraremos en el Cielo, donde espero veros también a vosotras. Enseñad a mis hijos esta buena costumbre y que rueguen por su desgraciado padre que morirá con el pensamiento en ellos. Cumplid con todos los que tanto interés han trabajado por mí, y hacer presente a D. Ricardo, Sr. Basterrechea, Sr. Chacón, Sr. Añibarro, D. Francisco Resusta y D. José Mª mi súplica de que atiendan a los pobres niños, inocentes y víctimas. No olvido a Vicente, Julio, y tantos otros que han trabajado por mí y para los que guardo gratitud. Os pido perdón por los disgustos que os he dado, pobrecillas. No sé la suerte que me espera, pero si Dios me llama a su lado, hago con gusto el sacrificio de mi vida, y para que mi sangre sacie la ira de los hombres y reine la paz. No olvido al padre, madre, Petra y hermanos. Adiós, Adiós”
Tercer documento
Hace muy poco. El ministro de política Territorial y Memoria Democrática Víctor Torres Pérez en nombre del Gobierno de España y en su nombre mismo y con fecha de 18 de junio de 2025 expidió a favor de José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi la oportuna Declaración de Reconocimiento y Reparación personal, en virtud de la dispuesto en el apartado 1 de los artículo 3.1 y 6 de la Ley 20/2022 de 19 de octubre de Memoria Democrática. Y ello, tras el estudio de la solicitud número 24DGMD-0376, donde ha quedado acreditado que don José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi padeció persecución por razones políticas e ideológicas durante la Guerra Civil de España (1936-1939) y la dictadura franquista. Y por ello tiene derecho al reconocimiento y a obtener la reparación y la recuperación de su memoria personal, familiar y colectiva, al estimarse que su circunstancias le hacen ser considerado “Víctima”.
Cuarto documento
Registro Civil de Arrasate: “José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi falleció el 6 de noviembre de 1936 en Oiartzun (Guipúzcoa), aunque las causas exactas de su muerte permanecen desconocidas”. A buen entendedor sobran las palabras, añado yo.
Quinto documento
Voy terminando. Mi humilde opinión: Sobra, creo, todo comentario y cualquier análisis del contenido de la carta en cuestión y de la valía ética y personal de quien la escribió. Un emocionado recuerdo a hombres como José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi, Fortunato Aguirre, alcalde de Lizarra-Estella, José Manuel Ariztimuño (Aitzol), amigo de mi aita, Martín Lekuona, sacerdote y amigo íntimo de mi aita, y de los otros 14 sacerdotes vascos fusilados culpables de ser nacionalistas vascos, Alfredo Espinosa, ministro del primer Gobierno Vasco presidido por el primer Lehendakari José Antonio Aguirre y Lekube (“Gora Euskadi y Viva la República”), Eusebio Erkiaga “Lauaxeta”, poeta y Jefe del “Euzko Gudarostea” antes de ser fusilado (“Agur, Euzkadi, Jaunak naroa, Aberri eder argira”), un recuerdo a hombres que propugnaron la paz y se posicionaron en contra de las violencias en tiempos convulsos y complicados que azotaron las tierras vascas como Muñagorri, recuerdo a personas que se posicionaron en contra de la lucha fratricida entre vascos como el bertsolari “Xenpelar”.
Sexto y último documento:
La emocionada y emocionante proclama del primer Lehendakari de Euskadi José Antonio Agirre Lekube en el Congreso de Diputados de Madrid recién producido el levantamiento faccioso de Franco en julio de 1936 donde hizo un llamamiento firme, digno y profundamente honesto a favor de la libertad, de la democracia y de la resistencia ante el fascismo.
Termino. Honor y reconocimiento, hoy toca a José Antonio Urionabarrenechea Isasmendi. Gracias José Antonio, por todo, por tu ejemplo, por tu carta, por tu serenidad ante lo imprevisto y por ser como fuiste. Gracias, en euskera se dice Eskerrik asko eta milesker, pues eso. Ez adiorik, beti arte baizik. Egun handirarte José Antonio. Besarkada Koldo Martínez Urionabarrenechea lagun ona. Hala bedi adiskide estimatua!