Nos hallamos a las puertas de un nuevo año/curso, un año académico ilusionante para y en los euskaltegis, en el cual retomaremos totalmente la normalidad anterior a la pandemia. Sin embargo, también queremos proyectar la mirada unos cuantos meses atrás: al comienzo de la primavera de este mismo año, a la nieve de finales de marzo, a los primeros días calurosos de abril; concretamente, a la última edición de Korrika.
Herri honen eztarritik ateratako irrintzi bat. Hori da Korrika. Un grito surgido de la garganta de este pueblo. Eso es Korrika. Todavía recordamos con mucho sentimiento las palabras de la escritora Karmele Jaio, autora del mensaje secreto que pasó de mano en mano durante diez días durante Korrika, en una de las movilizaciones más grandes y más plurales que hayamos visto en los últimos años: una marea humana en favor del euskera que llegó a ponernos la piel de gallina.
Fernando, comerciante, cerró por más de 20 minutos su establecimiento y participó con mucha alegría en el kilómetro que reservó la asociación de comerciantes de su localidad; cuenta que tembló en el momento en el que pudo llevar el testigo, paralizado por la emoción.
Laura, médica, tenía libre ese sábado, y bajó a la calle a juntarse con la cuadrilla a esperar la marea humana que estaba a punto de llegar; con muchos nervios, vio acercarse las furgonetas de Korrika, la música, los gritos de la animadora... Y cuando pasó por delante de ella, se unió a la carrera, una más entre la multitud anónima, y tras más de cinco kilómetros, decidieron parar y valorar, felices y mediante un abrazo, lo vivido en los minutos anteriores.
Dani se apuntó al plan en el grupo de WhatsApp de las familias de la ikastola; sabía qué era eso de Korrika, ya había estado alguna vez inmerso entre miles de personas en ediciones anteriores, pero nunca había adquirido, junto al resto de madres y padres del centro, un kilómetro de Korrika para correrlo en compañía de sus hijos e hijas. Al fin, llegó el día, y en una larga carretera comarcal, toda ella para las familias, los y las 45 individuas que se dieron cita vivieron fraternalmente su kilómetro, uno entre los más de 2.500 tramos que hicieron retumbar los corazones de miles y miles de personas.
Podemos afirmar que cada vez más gente se acerca a participar en Korrika, aunque muchas de ellas, como Fernando, Laura o Dani, no conocen el euskera. Por ello, mediante estas letras, deseamos enviar un mensaje especial a quienes toman parte en Korrika (o la siguen con admiración) a pesar de no entender nuestra lengua: ¡Eskerrik asko por vuestro apoyo! Os invitamos a acudir a los euskaltegis, os animamos a que aprendáis a utilizar el euskera. Miles de personas ya lo han hecho anteriormente y, de verdad, no os podéis imaginar qué gran experiencia será participar en la próxima edición de Korrika conociendo ya nuestro idioma. Ongi etorri euskaltegietara! Os esperamos en nuestros más de 100 centros.
Los cursos de euskera del nuevo año lectivo están a la vuelta de la esquina. Es posible aprender a comunicarse en nuestra lengua, como lo han demostrado hasta ahora muchos miles de personas; y, además, el aprendizaje del euskera es una experiencia inolvidable.
Nos despedimos con otras palabras que también nos regaló el mensaje secreto de Korrika: “Creamos de verdad que el euskera no es algo que nos pertenece, sino algo que somos”.
Coordinadora general de AEK