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Ubicación de la estación de autobuses de San Sebastián

durante más de 20 años la estación de autobuses de San Sebastián ha carecido de esa categoría habiendo sido un simple apeadero de carácter provisional y en el que las escasas mejoras introducidas han tenido siempre en cuenta esa provisionalidad a la hora de que la inversión fuese siempre remisa e incompleta.

Pero el debate ha sido amplio y largo en el tiempo. Las conclusiones se obtuvieron hace ya dos legislaturas, decidiéndose por una nueva estación de autobuses, ubicada en Riberas de Loiola, por ser la que aportaba la mejor intermodalidad de los diversos medios de transporte que sirven a San Sebastián. Para eso era necesario que dentro del Plan de Mejora de EuskoTren, metro de Donostialdea, se construyera una nueva estación en Riberas en el cruce sobre las vías de Renfe. Y que Renfe hiciera una estación para los trenes de Cercanías en Riberas. Y que los autobuses de largo y medio recorrido, entrando por el nuevo vial del Urumea, llegasen inmediatamente a dicha estación de Riberas. Para eso se hizo un acuerdo con la Diputación Foral y el Ayuntamiento encargó un proyecto que se pagó, y costó mas de 500.000 euros, que luego el Sr. Elorza arrojó al cesto de los papeles para llevar la estación a Atotxa.

La justificación que ahora se da: que la entrada del TAV hasta la estación del Norte hace aconsejable cambiar la ubicación al lado de la estación de Renfe actual.

Pues bien, la verdad es la verdad, la diga Agamenón o su porquero. Y la verdad es que la mejor ubicación corresponde a Riberas de Loiola. Como es una infraestructura que debe servir durante mucho tiempo, aunque tiene un coste de inversión alto, tendrá un coste de oportunidad más alto si no se acierta. Es decir, se deben debatir y cuantificar las ventajas e inconvenientes de cada ubicación, aun y a pesar de que una acción equivocada del Gobierno anterior imponga unos gastos no deseados. ¿Es que nadie se acuerda de los más de 500.000 euros que se pagaron, para desechar luego ese proyecto de Riberas? ¿No era una razón suficiente para ir adelante? Pues al Gobierno anterior del Sr. Elorza no le pareció así y cambio el Plan.

Por cierto, con la justificación de que se había firmado en 2006 un acuerdo con Renfe para que entrase el TAV hasta San Sebastián, lo que hacía conveniente cambiar la ubicación. Es de risa. Bastante antes de esa fecha, estando de secretario de Estado de Fomento, con el PP, Benigno Blanco, había convencido a los técnicos del Ministerio y de Renfe , de la necesidad de que el TAV llegase a la estación del Norte, quedando por definir si la entrada sería con una vía específica de ancho europeo o sobre vía Renfe adecuada mediante un tercer carril. En aquel tiempo se estaba ensayando esta solución en un tramo de vía entre Tardienta y Huesca capital, y que posteriormente se ha aplicado al tramo Barcelona-frontera francesa.

Decir que los viajeros que aporta el TAV a la estación de autobuses es la razón para que la estación de autobuses esté en Atotxa es olvidar las cifras. Los viajeros que vengan o salgan de autobús desde la nueva estación tiene muchas más posibilidades de intercambio de modos de transporte en Riberas que en Atotxa. Las cifras de viajeros del metro de Donostialdea superan en varias veces el número de viajeros que usarán el TAV y, por tanto, las posibilidades de combinar esos modos de transporte, son para más personas y destinos que en Atotxa.

La autovía del Urumea está funcionando, con lo que la entrada inmediata a la estación de autobuses ahorra tiempo, en cada viaje, al viajero y evita tener que andar entre el tráfico de la ciudad, cargándolo más. La estación del metro de Donostialdea está en los proyectos de desarrollo de EuskoTren y la trinchera de las vías de Renfe dispone del espacio necesario para hacer una estación de Cercanías, cubriendo las vías, como se ha hecho parcialmente en Intxaurrondo.

En cambio, las limitaciones de espacio de la ubicación prevista en García Lorca hacen que la estación nazca ya con un número escaso de dársenas. Y en cuanto al tráfico, que se hayan cambiado rutas previstas del servicio urbano de transporte para evitar que se colapse la circulación en ese punto. Lo que no sucede en la ubicación de Riberas de Loiola.

Aunque suponga un tiempo de estudio, el éxito o el fracaso aconsejan verificar las previsiones para no tener que lamentarlo después mucho más tiempo.