¿Recuerdan aquel mítico momento televisivo de Fernando Arrabal en el que bramaba “¡C… ya!,” mientras golpeaba su silla? Sin exabruptos, ni manotazo a mobiliario alguno, pero Pedro Sánchez se ha puesto igual de firme y ha dicho al PP que o se alcanza un acuerdo antes de finales de mes para la renovación del CGPJ o el gobierno español “dará una respuesta” a un bloqueo que dura ya cinco años. Este ha sido uno de los trending topic de esta semana, junto al lío montado en Sumar, la última ocurrencia de Elon Musk y la eterna juventud de Bruce Springsteen.
CGPJ
“El CGPJ lleva bloqueado 2.000 días. Hemos aceptado todas las mediaciones. El día de la marmota se acabó. Ha durado demasiado. Nos damos hasta final de este mes, y si no hay desbloqueo, el Gobierno dará una respuesta a lo que es un atropello a un órgano judicial”, proclamaba Pedro Sánchez en una nueva entrevista en RTVE esta semana. Y claro, se destapaba la caja de los truenos, digo, del cabreo en el PP.
Que la situación es insostenible e inconcebible, y que la actitud de bloqueo de los populares no tiene un pase es evidente, pero lanzar un mensaje así sin entrar al detalle de qué es lo que propondrá el ejecutivo español para arreglar el tema hacen que estas palabras estén más cerca de una amenaza que de una propuesta seria para salir del atolladero.
Sumar
En mal momento se le ocurrió a la cabeza pensante llamar Sumar a un conglomerado de fuerzas que no deja de restar. Apenas un año después de su constitución formal como partido y de su primera participación en unos comicios, la fórmula ha perdido casi todo su gas, y como suele pasar en la parte zurda de la política estatal, se desinfla entre un festival de reproches.
Mientras se estudia quién liderará la nueva etapa, “Yolanda Díaz no se va” ni de Sumar ni del Gobierno español. Lo dice en tercera persona la propia Díaz. Quién mejor que ella para conocer lo que va a hacer con su futuro político, porque teniendo en cuenta su variada trayectoria, cualquiera se atreve a hacer predicción alguna.
Elon Musk
Se le podrán criticar muchas cosas a Elon Musk, ese sujeto encantado de haberse conocido que acaba de embolsarse algo de calderilla, 50.000 millones de euros de nada, gracias a una compensación de los accionistas de Tesla, mientras anunciaba a los cuatro vientos su amor por el presidente argentino Javier Milei. Pero lo cierto es que al llamar X a la red antes conocida como Twitter, lo clavó.
Y es que es toda una incógnita, una X, la deriva de una red social antaño prestigiosa, y ahora convertida en un disparate sin límites. El último, convertir los Me gusta en privados para proteger la imagen pública de los usuarios, al mismo tiempo que cada vez más cuentas viven solo de insultar a todo quisque.
El Boss
Mucha gente está interesada en conocer la fórmula secreta de la Coca-Cola, pero yo estoy muchísimo más fascinado por saber cómo una persona de 74 tacos puede cascarse tres horas de concierto sobre un escenario sin que se le note cansancio alguno, mientras que el que esto teclea, con una edad que intercambia los dígitos anteriores, no aguantaría ni siquiera cinco minutos a su ritmo.
Hablo, por supuesto, de Bruce Springsteen, quien ha vuelto a visitar el Estado español con su nueva gira junto a su inseparable E Street Band demostrando que es el Jefe, con mayúsculas.
Todavía soñamos con la posibilidad de que el año que viene, ya con los 75 cumplidos, recale en Donostia. Ojalá.