Día para aprender

Me gustaría resaltar una cuestión que dejan esta clase de etapas, donde el protagonismo se lo lleva una fuga numerosa. En escenarios así, la capacidad de leer la carrera es fundamental. Es cierto que si no tienes patas da un poco igual, pero si tienes buenas piernas, interpretar la carrera es básico. Le ha ocurrido a Oier Lazkano. En el momento clave, creo que se ha equivocado, aunque el fallo no ha sido solo suyo. Es joven, está en su primer Tour y tengo la impresión de que camino de Barcelonnette ha aprendido más de lo que lo ha hecho en los años que lleva como profesional. Él era uno de los más fuertes, pero Kwiatkowski ha hecho la selección de la fuga delante de él. Ha apostado a que otros cerrasen el hueco, pero no ha sido así, y ahí, en ese momento, se le han ido las opciones de victoria. Eso sí, estoy seguro que el gasteiztarra ganará en el futuro una etapa del Tour sí o sí. Es un corredorazo. De eso no tengo ninguna duda. Si otros días alabamos la manera de correr del Movistar, esta vez no lo han hecho bien. Cuando tienes tres hombres en la fuga y eres uno de los equipos con mayoría, siempre tienes que estar en los cortes y saber a quién tienes que sacrificar. No siempre se acierta. Victor Campenaerts lo ha hecho perfecto. Tenía patas y eso es prioritario. Creo que Kwiatkowski se ha confundido en el esprint. Ha bajado mucho la velocidad y luego es muy complicado arrancar cuando alguien se anticipa, como ha hecho el belga, que ha perseguido una victoria en el Tour durante años. De cara a la general, llegamos a los Alpes. Pogacar cuenta con una renta más que cómoda y lo normal es que no sufra porque está un punto por encima de Vingegaard. Lo ha demostrado. De todas manera, el danés creo que intentará atacarle. Que pueda dejarle es otro asunto, pero un doble campeón del Tour, si puede, seguro que lo intenta al menos un último asalto. Veremos también en qué queda la lucha entre el danés y Evenepoel. El belga está andando mucho en este Tour, pero los Alpes nos mostrarán dónde está realmente.