Donostia – El Tour que parte hoy de Bilbao en dirección a París se prevé como un cara a cara entre Jonas Vingegaard, que defiende el trono logrado el año pasado en la ronda gala, y Tadej Pogacar, vencedor en dos ocasiones (2020 y 2021). Claro que en sus más de 3.400 kilómetros de recorrido los ciclistas encontrarán terreno suficiente como para buscar la sorpresa y que los outsiders, los otros aspirantes, puedan dar la campanada y pillen desprevenidos a los líderes del Jumbo y el UAE.

Para empezar, dos de las tres etapas que recorrerán las carreteras de Euskal Herria tendrán un aroma distinto al de otros comienzos recientes. Sin el clásico prólogo, la etapa inaugural quedará marcada por la subida a Pike Bidea. En la segunda, camino de Donostia, Jaizkibel jugará un papel similar al de la inédita ascensión a Artxanda.

Baiona, a donde el pelotón arribará el lunes tras partir de Amorebieta y recorrer parte de la costa vizcaina y la totalidad de la guipuzcoana, supondrá la primera oportunidad para los esprinters, que guardarán fuerzas en las dos primeras etapas. Más pronto que como suele ser habitual, los corredores tomarán contacto con los Pirineos en la quinta etapa, que acabará en Laruns tras coronar el Marie Blanque, de primera categoría, a sólo 18 kilómetros para la línea de meta. En la sexta, el próximo jueves, día 6, llegará el primer final en alto, en Cauterets, tras ascender previamente el Tourmalet. El domingo 9, el Tour se reencontrará con el volcán Puy Dome, en el que será el segundo final en alto de la ronda gala y la antesala de la primera jornada de descanso.

La segunda semana de competición arrancará con una etapa de media montaña y el viernes 14 el pelotón se jugará la victoria de etapa en el Grand Colombier, en el macizo del Jura. Será la antesala del desembarco de la carrera en los Alpes, donde finalizará la etapa del sábado día 15. Tras coronar el Col du Joux Plane en una jornada de alta montaña, los ciclistas afrontarán un rápido y técnico descenso para llegar a la meta que estará situada en Morzine les Portes du Soleil. Y el domingo tendrá lugar el último final en alto de la carrera, una semana antes de la conclusión de la misma, con la ascensión a Saint-Gervais Mont Blanc.

Tras descansar el lunes, el martes, día 18, se celebrará la única contrarreloj del Tour, de tan solo 22,4 kilómetros. Esta dará paso a la que, sobre el papel, es la etapa reina de la presente edición de la carrera francesa. Más de 5.000 metros de desnivel acumulado y la ascensión al Col de la Loze, a 2.300 metros de altura, para acabar en Courchevel tras un rápido descenso.

El sábado, sólo un día antes de que acabe la carrera con el clásico circuito por las carreteras de París, llegará la última oportunidad para los que compitan por la general con una etapa corta y seis cotas puntuables. Ahí se acabará el Tour, que parte hoy de Bilbao.