¿Por qué no pensar en estar en el podio del Tour y más saliendo de casa? Lanza Mikel Landa a modo de deseo. El escalador de Murgia fue cuarto en la edición de 2017. Un mísero segundo evitó que pisara el podio de París y posara en la orla final de la carrera más grande del mundo. Sólido en sus apariciones en la Grande Boucle, Landa (4º en 2017, 7º en 2018, 6º en 2019 y 4º en 2020) aspira a estar cerca del duopolio Vingegaard-Pogacar. Lo cierto es que fue el más próximo al danés en la Itzulia y el que siguió al esloveno en la Vuelta a Andalucía. En ambas pruebas fue segundo Landa.

Entre los vascos en carrera, Landa quiere el podio y los demás buscan etapas o les queda trabajar

“Me sigo viendo con la gente que está en los podios de las grandes”, describía el alavés en una entrevista con este diario. Consciente del potencial de las dos grandes luminarias, Landa considera que el Tour ha de plantearse del modo que lo hizo Thomas en 2022. Eso le situó en el podio. “Tocará estar un poco en segundo plano y ver cómo se calientan ellos. Un poco como hizo Thomas el pasado año, que corrió con cabeza y estuvo cerca. Cerró el podio. Si cualquiera de ellos comete un error lo pueden pagar y se trata de estar cerca para poder aprovecharlo”, diseccionaba el murgiarra, al que le estimula muchísimo, al igual que al resto de dorsales vascos, que el Tour lance el chupinazo desde Euskadi. “El hecho de que la carrera más grande del mundo comience en Euskadi le da un valor extraordinario. Sale de Euskadi y tú eres ciclista vasco. Es algo muy grande”. Además, el recorrido del Tour es del gusto del alavés, que tratará de ofrecer su mejor versión después del Dauphiné, donde estuvo lejos de lo que se le supone. “Es un recorrido muy bonito para mí. Apenas hay contrarreloj, hay finales de montaña y dureza”.

Pello Bibao e Ion Izagirre. Bahrain y Unai Beroiz

Junto al murgiarra, en el Bahrain formará Pello Bilbao, un ciclista en constante crecimiento en su madurez. Ha sido el mejor ciclista vasco en las dos últimos cursos. El de Gernika es otro de los nombres propios de la delegación vasca y buscará estar delante además de hacerse con una etapa, uno de sus retos. El vizcaino estaba completando un magnífica Vuelta a Suiza hasta que decidió abandonar junto a su equipo tras la muerte de Gino Mäder, su compañero. Se maneja bien en grupos pequeños y su solvencia invita a pesar que puede tener alguna opción. 

Con una idea similar partirá Ion Izagirre, que ya sabe lo que es conquistar una etapa en la Grande Boucle. Lo hizo en Morzine. Izagirre quiere sentir nuevamente esa sensación única. En el Ineos, el trabajo de Jonathan Castroviejo, uno de los mejores gregarios del mundo, será cuidar de los líderes. Con esa misma misión debería partir Omar Fraile, también ganador de etapa en el Tour. Su logro se situó en Mende. En el Movistar se espera que se alisten Oier Lazkano, Gorka Izagirre y Alex Aranburu para proteger a Mas en el Tour más especial, el de casa.