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Tour de Francia 2023 | Vitoria-Donostia (parte I): Udana y Aztiria con Mikel Mujika

Al ciclista legazpiarra (BAI-Sicasal), la jornada guipuzcoana del tour le recuerda a una de la itzulia 2021: “Recorrieron cien kilómetros en dos horas”

Tour de Francia 2023 | Vitoria-Donostia (parte I): Udana y Aztiria con Mikel MujikaRuben Plaza

“¡Qué pasada! ¡Cómo se nota lo del Tour!”. Mikel Mujika, ciclista legazpiarra del BAI-Sicasal, está encantado con el desembarco de la ronda gala en tierras vascas y guipuzcoanas. Disfrutará viendo desde la cuneta a los mejores corredores del mundo. Y disfruta ya de los efectos colaterales de la segunda etapa entre Vitoria y Donostia. “Está la subida a Aztiria que parece una autopista. La han asfaltado y la han dejado nueva”, explica sobre una zona habitual en sus entrenamientos y que el pelotón transitará el próximo domingo 2 de julio.

Ese será, precisamente, el punto en el que él se ubicará para seguir in situ la carrera. “Estos días, muchos me están preguntando cuál puede ser la mejor zona para ver la etapa del Tour. Sugieren que Jaizkibel, y es verdad que, tan cerca de meta y en un puerto con cierta dureza, puede tratarse de una buena opción. Lo que pasa es que yo soy de Legazpi y me hace ilusión ver pasar la mejor carrera del mundo por carreteras en las que entreno casi a diario. Me pondré en la subida a Aztiria y luego iré a casa a ver el final por televisión”, apunta también con un punto de pena, ya que el pelotón no entrará al núcleo urbano de su localidad. “Sí, apenas nos rozarán. Entrarán en Legazpi por Motxorro, pero enseguida cogerán el cruce a mano derecha”.

MUCHA VELOCIDAD. La pregunta es: ¿y a qué ritmo recorrerán los ciclistas del Tour sus primeros kilómetros sobre asfalto de nuestro territorio? Esta es la primera pieza de las tres que va a publicar sucesivamente NOTICIAS DE GIPUZKOA diseccionando la segunda etapa de la ronda gala, con salida en Vitoria, muga superada por Arrasate tras bajar desde Araba por Aramaio y meta en Donostia. Mikel Mujika analiza el itinerario hasta Zaldibia, donde el pelotón se adentrará ya en Tolosaldea, y vaticina un inicio sumamente nervioso, aludiendo a una referencia muy clara. “El diseño de esta jornada me recuerda al de una etapa de la Itzulia de 2021: salía de Vitoria, como esta, y terminaba en Hondarribia. La fuga tardó un montón en hacerse, se corrió una barbaridad y los ciclistas completaron más de cien kilómetros en las dos primeras horas de carrera”.

El legazpiarra demuestra tener muy buena memoria. El perfil de aquel día resultó similar al actual, quizás algo menos exigente en su primer tramo, pero deparó al fin y al cabo un contexto de carrera que podría repetirse. “Creo que se verá una etapa durísima. Hoy en día, en el World Tour las fugas se pelean cada vez más, y encima el hecho de que este perfil sea tan duro va a hacer que más gente se anime a intentarlo”. Preguntado sobre las posibilidades de éxito de los escapados, Mujika duda antes de apostar por su absorción. “Creo que se va a ver una pelea impresionante por formar la fuga, que se va a meter en ella gente de calidad y que posiblemente termine pesando más el ritmo del pelotón. Lo que pasa es que ese ritmo del pelotón va a tener que ser muy alto, con lo que veremos una etapa muy dura en líneas generales, no solo por su perfil sino también por la velocidad”.

TENSIÓN A RAUDALES. El corredor del BAI-Sicasal se compadece de aquellos equipos a los que les toque controlar la carrera, en una jornada que prevé especialmente nerviosa. Apunta también, eso sí, que la zona delantera del pelotón puede ser la mejor para una etapa con sus trampas en forma de recorrido muy revirado. “En este tramo inicial, ni Udana ni Aztiria tienen rampas capaces de abrir diferencias entre ciclistas del World Tour. Sin embargo, llegado un momento, la carrera entrará en un territorio con muchos cruces, carreteras estrechas, subidas, bajadas... Si a esto le unimos un ritmo alto, habrá látigos importantes y la colocación resultará fundamental, lo que añadirá más tensión si cabe. No preveo ataques entre favoritos ni segundos entre ellos en la línea de meta, pero será una etapa rapidísima y nerviosa”.

Durante el primer tramo de la etapa, todo lo expuesto en esa última intervención por Mikel Mujika cobrará especial sentido en los once kilómetros entre el cruce de Mirandaola y Segura, precisamente ese tramo recién asfaltado al que alude el legazpiarra. El piso estará en buen estado, pero la carretera más estrecha y el descenso tras coronar Aztiria, paso incluido por Zerain, amenazan con estirar a un pelotón que apenas encontrará ya espacio para volver a aglutinarse. Pasos posteriores por Altzo, Alkiza o Gurutze no ayudarán a que la forma del gran grupo deje de resultar alargada.