La calidad del aire que respiramos en nuestro municipio muchas veces preocupa a gran parte de la población. La contaminación provocada por el excesivo uso de los coches y por las fábricas ubicadas cerca de zonas urbanas hacen que en nuestro día a día no respiremos aire de calidad.
Sin embargo, en ocasiones descuidamos o no le damos importancia a la calidad del aire que tenemos en casa. Abrir las ventanas cuando no debemos, usar de determinados productos de limpieza llenos de químicos, o utilizar algunos tipos de pinturas o barnices en las paredes provocan que no respiremos aire de calidad dentro de nuestra propia casa.
Sensor de calidad del aire
Para tener controlada la calidad del aire de nuestra casa, Ikea ha lanzado VINDRIKTNING, un sensor calidad aire que por 12,99 euros analiza la calidad del aire detectando partículas (PM2,5) en suspensión en tu casa.
Es posible encender y usar el sensor con un cable y un adaptador que ya tengas en casa. Tan solo hay que conectarlo a un cable USB-C y esperar unos segundos hasta que una luz indique tres niveles de calidad del aire: verde (buena), amarillo (regular) y rojo (mala).
Se recomienda combinar con el purificador de aire FÖRNUFTIG. Si la calidad del aire de tu hogar no es buena, el purificador ayuda a mejorarla. Se puede colocar en el salón, el dormitorio u otras habitaciones. Al ser pequeño, se puede cambiar de sitio fácilmente y mejorar la calidad del aire de toda la casa.

Riesgos del aire de casa
Respirar aire de calidad en casa es fundamental para la salud y el bienestar diario. Pasamos alrededor del 90% de nuestro tiempo en espacios interiores, y el hogar, lejos de ser siempre un refugio saludable, puede contener contaminantes invisibles como polvo, moho, compuestos orgánicos volátiles (COV) y partículas provenientes de productos de limpieza, materiales de construcción o humo.
Una mala calidad del aire puede provocar o agravar problemas respiratorios como el asma, alergias, fatiga crónica y dolores de cabeza.
Además, la exposición prolongada a contaminantes puede afectar el sistema inmunológico e incluso aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Cómo mejorar la calidad del aire
Ventilar correctamente, utilizar purificadores de aire y optar por productos de limpieza naturales son medidas eficaces para mejorar el ambiente. También es clave evitar el tabaco dentro de casa, controlar la humedad y mantener los filtros de aire acondicionado o calefacción limpios.
Las plantas de interior, además de decorar, pueden contribuir a purificar el aire, aunque no sustituyen a una buena ventilación.
En definitiva, cuidar el aire que respiramos en nuestro hogar es una inversión silenciosa pero poderosa en nuestra salud física y mental. Un aire limpio significa un cuerpo más fuerte, una mente más clara y un descanso más reparador.