Uno de los grandes placeres que nos brinda el hogar cuando llega el frío es meternos en la cama bajo un edredón bien estirado, que nos abrigue y arrope pero que no nos pese. Con el otoño, llega el momento de cambiar la colcha ligera del verano por el nórdico, una excelente elección si no fuera porque a veces resulta un poco difícil de manejar. Tanto si sacas el relleno para lavarlo como si tienes que recolocarlo porque se ha movido, volver a meterlo en la funda puede resultar un poco complicado.

Si eres de los que te enredas con tanta tela, no te dan los brazos para abarcar toda la longitud de la funda y te haces un tremendo lío cada vez que tienes que manejarlo tú solo, hay tres sencillos trucos que te pueden ayudar a dominarlo y a tenerlo siempre perfectamente colocado en menos de un minuto.

‘Truco del burrito’

Se trata de un truco rápido, fácil y efectivo que en unos sencillos pasos te va a permitir colocar el relleno nórdico en poco tiempo y sin apenas esfuerzo. En primer lugar, dale la vuelta a la funda nórdica, de forma que queden las costuras hacia afuera. Extiéndela, así, del revés, sobre la cama, dejando en la parte inferior, donde colocas los pies, la cremallera o los botones para cerrarla (si los tiene).

A continuación, pon el relleno nórdico estirado encima de la funda, de forma que las esquinas de ambos coincidan. Empieza a girar la funda a lo largo con el relleno en su interior como si fuera un burrito mexicano, de ahí su nombre, hasta que quede totalmente enrollada. Vete metiendo la parte inferior de la funda a lo largo de todo el rollo y después desenrolla para que la funda quede del derecho, estirando la funda nórdica al mismo tiempo.

Por último, cierra la funda, sacude las esquinas y déjala lo más plana posible sobre la cama. ¡Ya lo tienes! Si quieres verlo más claro, la usuaria @Elmundodeinma muestra todo el proceso paso a paso en un breve vídeo en Youtube.

‘Truco de las pinzas’

Este sencillo método también te puede ayudar a colocar el relleno nórdico. Solo necesitas unas pinzas de tender la ropa y un poco de destreza. En primer lugar, extiende la funda nórdica encima de la cama con la parte abierta en la zona de los pies. Introduce el relleno en la funda y colócalo de forma que sus esquinas coincidan perfectamente con las esquinas de la funda.

En este momento debes sujetar cada una de las cuatro esquinas de la funda y del relleno con una pinza. Levanta la funda al aire con el relleno en su interior para que quede bien estirada, termina de colocar bien el relleno y cierra la funda con la cremallera o con los botones si los tiene. A continuación ya puedes retirar las pinzas. Otra forma de sujetarlo es sustituyendo las pinzas por botones, corchetes o velcro de forma permanente, o por imperdibles de seguridad.

Un relleno nórdico doblado. Freepik

‘Truco de la pared’

Si no consigues apañarte con ninguna de las dos técnicas anteriores, hay una tercera que también puedes probar y que consiste en ayudarte de la pared del cabecero de la cama.

En primer lugar, extiende la funda nórdica encima de la cama con la parte abierta en la zona inferior. Introduce el relleno en la funda y haz que coincidan las esquinas de ambos. Pilla las esquinas y el extremo superior de la funda contra la pared del cabecero de la cama. Extiende el relleno para que quede bien estirado dentro de la funda y ciérrala. Por último, basta con que te lleves la funda hacia abajo y quedará perfectamente estirada y colocada sobre tu cama.

Ahora que conoces estos sencillos trucos para colocar el relleno nórdico en la funda ya no tendrás excusa para lavarlo más a menudo. Los expertos recomiendan hacerlo cada seis meses, pero debes tener en cuenta que, mientras los sintéticos o los de fibra puedes lavarlos sin problema en la lavadora, los de pluma o plumón será mejor llevarlos a la tintorería. Todo sea para conservar en perfecto estado ese nórdico que tanto bienestar te va a proporcionar en la cama.