Si hay un producto que está presente en cualquier hogar, por razones obvias, ese es el papel higiénico. Durante el confinamiento que nos trajo la pandemia del covid y que nos encerró en casa casi dos meses, el papel de baño se convirtió en la estrella del súper, el objeto más codiciado y el que antes desaparecía de las estanterías. Dicho fenómeno sigue siendo hoy un misterio para el que todavía no se ha encontrado una explicación razonable.

Lo cierto es que no debemos subestimar el valor del papel de baño ya que, pese a ser un producto sencillo, su presencia es indiscutible en cualquier lista de la compra. Además de ser imprescindible para la función para la que fue concebido, su enorme versatilidad le otorga la posibilidad de ser empleado para otros muchos usos, algunos de ellos muy curiosos.

Junto a todas esas situaciones cotidianas en las que ya lo utilizamos, como por ejemplo sonarnos la nariz, frenar una pequeña hemorragia o secar una superficie mojada, hay otros muchos usos todavía por descubrir.

Por ejemplo, ¿sabes qué puede hacer un rollo de papel higiénico en la nevera? Si en alguna ocasión te lo encuentras tan fuera de lugar, a priori pensarás que alguien ha sufrido un lapsus y lo ha colocado allí cuando en realidad quería dejarlo en otro sitio.

Sin embargo, tienes que saber que un rollo de papel de baño colocado en el interior de tu frigorífico puede cumplir una importante misión y todo ello gracias a su poder absorbente y desodorante.

Nevera con los alimentos perfectamente ordenados. Freepik

Los distintos departamentos de tu nevera albergan tanto comida cruda como preparada o cocinada, y cada una de ellas con sus distintos olores. A esto hay que añadir además que ciertos alimentos, como es el caso del queso, por su propia naturaleza desprenden ya de por sí un olor muy fuerte y desagradable.

Para acabar con esa mezcla de olores en tu nevera hay distintos trucos. Puedes colocar en su interior medio limón o puedes poner un recipiente con bicarbonato de sodio, con café molido, con granos de avena, con pan duro, con un trozo de carbón vegetal o con una bola de miga empapada en vinagre.

Pues bien, el papel higiénico, además de completar esa lista de remedios caseros contra el mal olor en el frigorífico, tiene otra importante función en tu nevera: absorber el exceso de humedad provocado bien por el mal funcionamiento del electrodoméstico o bien por el deterioro de las puertas y de las juntas.

Al tratarse de un material poroso, blando y absorbente, el papel de baño permite que las partículas del agua se adhieran eficazmente y de una manera gradual. Preferiblemente, debe ser blanco, sin dibujos y sin perfume, para evitar que tanto el color como el olor puedan pasar a los alimentos. Lo ideal es que tenga varias capas, al menos tres, y que sean lo más gruesas posible.

Lo colocaremos en la zona donde apreciemos una mayor humedad (por ejemplo, en el cajón de las frutas y las verduras) y lo pondremos en posición vertical. Esto hará que una mayor cantidad de papel quede expuesta y pueda captar ese exceso de humedad que daña los productos frescos.

Deberás cambiar el rollo cuando lo veas empapado. Déjalo secar unos días a temperatura ambiente para que recupere su aspecto y sus propiedades iniciales y, al cabo de un tiempo, podrás volver a utilizarlo para el mismo cometido.

Al principio te resultará extraño ver un rollo de papel higiénico entre los paquetes de carne, de pescado, la fruta o la verdura, pero en cuanto te acostumbres apreciarás los beneficios de tenerlo en tu nevera.

Un hombre sujeta entre sus brazos varios rollos de papel. Freepik

Otros usos del papel


- Para refrescar bebidas. Envuelve la botella o la lata en papel higiénico, humedécelo y mételo en el frigorífico o en el congelador. Verás qué rápido se enfría.

- Para marcar recorridos. Como señal o baliza para marcar sendas y lugares en zonas de montaña o bosques frondosos a los que no llega la cobertura para el GPS.

- Para heridas leves. Ante un roce, una herida o un sangrado leve de nariz, un trozo de papel higiénico nos puede sacar del paso hasta que podamos limpiar y curar bien la herida.

- Para inmovilizar una lesión. Varios rollos de papel debidamente colocados y sujetos por una cinta pueden ser utilizados como medida urgente ante una lesión de tobillo o de codo hasta que la persona pueda recibir atención médica.