Tres jóvenes serán juzgados este lunes en la Audiencia de Gipuzkoa, acusados de intentar matar a un okupa de origen argelino al que presuntamente lanzaron por la ventana de un inmueble de Donostia desde unos seis metros de altura movidos por el odio y la intolerancia.

Según recoge el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, otros dos compatriotas de la víctima se lanzaron ellos mismos por la misma ventana temiendo por su vida, ya que los inculpados portaban un bate de béisbol, un cuchillo y un cristal roto montado en una empuñadura, respectivamente.

Aplazamiento de juicio

A raíz de la agresión, todos los perjudicados resultaron con diversas lesiones, si bien el primero de ellos sufrió, entre otras, heridas en las extremidades y la fractura de los huesos propios de la nariz, así como del tabique nasal.

Inicialmente, estaba previsto que este juicio se hubiera celebrado el pasado 29 de abril, aunque la ausencia de las víctimas obligó a aplazarlo hasta el próximo lunes.

12 años de cárcel

El Ministerio Público pide penas que suman doce años para cada uno de los inculpados, que se encuentran en prisión provisional desde el 4 de marzo de 2024 y a los que responsabiliza de un delito de homicidio en grado de tentativa y de dos delitos de amenazas, todos ellos con la agravante de odio. También reclama otras condenas accesorias y que los encausados indemnicen económicamente a los tres perjudicados.

Los hechos ocurrieron sobre las 23.30 horas del 2 de marzo cuando, según la versión de la Fiscalía, los tres inculpados presuntamente entraron en la casa ocupada "guiados por sentimientos de menosprecio, rechazo e intolerancia hacia el origen nacional de las tres víctimas, naturales de Argelia".

Saltaron por su vida

En este contexto, localizaron a los perjudicados en una de las habitaciones del inmueble y les gritaron: "sois unos argelinos bastardos, hijos de puta", al tiempo que uno de ellos agarró por el cuello a uno de los okupas y le exhibió una arma blanca mientras los otros dos le instaban a que lo tirase por la ventana, presuntamente "con ánimo de acabar con su vida o con conciencia de que con su actuación podían causarle la muerte".

Al contemplar esta acción, las otras dos víctimas, viendo que los acusados portaban objetos contundentes y ser conscientes de "la progresión y la violencia del ataque", sintieron temor por sus vidas e "impulsados por la necesidad de defenderse decidieron saltar por la misma ventana por la que unos segundos antes había sido arrojado su compatriota".