"Una relación de terror", así describe una víctima la convivencia con su expareja en Irun

Una víctima ha acusado a su exnovio, con el que tiene una hija de cinco años, de maltratarla habitualmente y de agredirla sexualmente en cuatro ocasiones durante la convivencia que la pareja mantuvo de forma intermitente en Irun entre 2017 y 2024 y que la mujer ha descrito como "una relación de terror". La Fiscalía pide penas que suman 31 años y nueve meses de cárcel para este hombre por los distintos episodios de malos tratos y las agresiones sexuales sufridas durante este tiempo, así como por amenazarla, insultarla y coaccionarla.

Se da la circunstancia que este varón ya ha sido condenado en otro procedimiento judicial paralelo seguido en su contra por quebrantar la orden de alejamiento que en su momento se dictó en favor de la víctima.

Según la versión del Ministerio Público, los hechos, que están siendo enjuiciados entre este miércoles y mañana en la Sección Tercera de la Audiencia, se produjeron en un domicilio de la citada localidad con un momento de ruptura en el que el procesado se marchó a vivir fuera de Euskadi.

Malos tratos

Entre distintos episodios de malos tratos, el fiscal acusa al varón de una agresión sexual sucedida en mayo de 2019 después de que la víctima se negara a tener relaciones con él, una segunda violación similar ocurrida aquel mismo año, otra en marzo de 2021 y una última que tuvo lugar el 8 de septiembre de 2024.

Durante su comparecencia en la sesión de la vista celebrada este miércoles, la víctima ha ratificado todos estos hechos y ha explicado que por sí misma "hubiera sido incapaz de salir de esa relación" sin contar con el apoyo de su entorno familiar y amistades.

Celos

Ha recordado en este sentido que vivía en un ambiente de continuas discusiones con el procesado, quien la seguía a todos los sitios a los que iba y que "se ponía supergresivo" por los celos que sentía de cualquier persona, hasta el punto de controlarle sus redes sociales y hacerle "perder el contacto" con sus allegados.

"Lo perdí todo, me quedé sola y sin amigas", ha explicado la mujer, quien ha precisado que el varón le hacía llamadas continuas y mandaba mensajes para controlarla, además de insultarla, aunque también le revisaba el móvil, por lo que dejó de estar en las redes sociales.

Ha recordado que en una oportunidad, el encausado la agarró del cuello, le advirtió de que tenía su vida en sus manos y le dijo que no iba a ahogarla porque estaba embarazada de él.

Asimismo, ha explicado que en una oportunidad le envió una noticia en la que se informaba de que un hombre había matado a sus dos hijas y le preguntó a ver si quería que a ella le pasara lo mismo.

La chica ha confirmado también que el inculpado la agredió sexualmente en cuatro oportunidades en el domicilio familiar, en las que a pesar de que ella le manifestó su negativa él la violó agarrándola de las muñecas sin que ella pudiera evitarlo porque el varón era más fuerte que ella.

Problema con las drogas

Por su parte, el acusado, quien ha admitido haber tenido "un problema con las drogas" de las que ya lleva "un año limpio", ha negado haber maltratado, amenazado y agredido sexualmente a la chica con la que, según ha relatado, tuvo una "relación tóxica" por ambas partes en la que ambos se insultaban.

Ha asegurado asimismo que no accedió al móvil de la mujer, pero ha reconocido que ambos llegaron a un acuerdo para enviarse mutuamente fotografías de las conversaciones que mantenían con otras personas a través de Whatsapp.

Asimismo ha dicho que era la mujer quien le pedía volver a la relación cuando ésta se interrumpía, ha mantenido que las videollamadas que él le hacía eran para interesarse por la hija en común de la pajera y ha negado haberle mandado la noticia del asesinato de dos niñas por su padre. Está previsto que el juicio continúe mañana.