Un desprendimiento de tierra en la GI-3361 en Hondarribia ha obligado esta domingo a cortar la carretera al faro de Higer y a desalojar dos viviendas como medida de prevención.

El suceso se ha registrado en torno a las dos y media de la madrugada a la altura del número 48 cuando, como consecuencia de las intensas lluvias de las últimas jornadas, ha caído lodo y roca de unos cien metros de ladera sobre la calzada.

Los propios vecinos de la zona han dado la voz de alarma tras escuchar el estruendo del desprendimiento. Los servicios de emergencia desplazados al lugar han procedido a cortar la vía y a desalojar dos viviendas cercanas como medida de precaución. El Ayuntamiento de Hondarribia ha ofrecido a las seis personas afectadas una alternativa de alojamiento, si bien la familia de la vivienda más alejada del punto afectado ha podido regresar ya a su domicilio. Por el contrario, el acceso al inmueble que se encuentra más cerca del desprendimiento "no será posible por el momento, y se valorará una vez finalicen las labores de limpieza de la zona durante esta semana", indicó la Diputación.

Según ha explicado el ente foral en una nota de prensa, el desprendimiento obligará a cerrar la carretera de acceso al faro de Higer durante dos o tres meses. El corrimiento de tierras, de 40 metros de longitud y 28 metros de altura, "ha arrastrado mucho material y rocas de gran tamaño. Tres de ellas alcanzan las 120 toneladas". 

A partir de mañana lunes, la Diputación procederá a colocar las L-s de hormigón en la carretera que está debajo de la zona afectada para poder protegerla del material que se pueda desprender de las obras de estabilización. A su vez, una vez que se garanticen las condiciones de seguridad, "se comenzará con la ruptura de las rocas desprendidas para poder limpiar la zona". Los técnicos de la Diputación estiman que los trabajos de limpieza y acondicionamiento durarán dos o tres meses. 

El Consistorio, que mantuvo una reunión de urgencia junto a la Diputación de Gipuzkoa y el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco, solicitó a los vecinos que no se acerquen a la ladera desprendida.

“La prioridad es garantizar la seguridad de todos”, declaró el alcalde, Igor Enparan, que reconoció que “si persisten las lluvias siempre existe la posibilidad de que la situación vaya a peor”.

Para garantizar la circulación del tráfico se ha instalado un semáforo en la calle Pierre Lhande, desde donde se puede subir a las inmediaciones del faro. “Los vecinos del inicio de Higer Bidea no tendrán problemas para dirigirse a sus casas, ya que la carretera se ha cerrado justo a la altura del desvío para subir al campo de tiro de San Telmo. En cambio, los residentes en los alrededores del faro tendrán que bajar por la calle Pierre Lhande para llegar a Ramón Iribarren”, explicó el alcalde.