El Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Gipuzkoa ha intervenido dos palangres de fondo, de 300 metros cada una, equipados con luces y que se encontraban a doce millas náuticas de la costa.

Según ha informado este jueves la Delegación de Gobierno en Euskadi, la actuación tuvo lugar el pasado día 4 cuando, se detectaron dos boyas sin balizar, cada una con un palangre calado verticalmente, armados con numerosos anzuelos y balizas luminosas destellantes para atraer el mayor número de presas posibles.

El palangre de fondo consiste en un "aparejo compuesto de una línea principal o madre, de la que penden brazoladas o punteras, a las que se empatan los anzuelos. Existen distintos tipos tanto verticales, como horizontales denominados piedra bola, que a lo largo de la línea madre van dispuestos los elementos necesarios de fondeo y flotación que permiten mantener los anzuelos a la profundidad conveniente. El balizamiento de este arte de pesca profesional se efectúa mediante boyas de color rojo, naranja o amarillo, provistas de reflector radar y un mástil de dos metros de altura como mínimo, en el que se incorporan banderas y luces para hacerlos visibles tanto de día como de noche", ha explicado este cuerpo policial, que ha recordado que el uso de esta técnica está permitida en el ámbito de la pesca profesional pero "totalmente prohibida" para la recreativa.

En el marco de esta actuación, se pudieron liberar diversos ejemplares vivos, entre ellos un congrio y cuatro tiburones Kolayo, conocidos como pintarrojas bocanegra.

La investigación sigue abierta para dar con los responsables de la instalación de los dos palangres.