La Fiscalía de Gipuzkoa pide ocho años de cárcel para un ciudadano marroquí, que será juzgado el próximo lunes en la Sección Primera de la Audiencia de Gipuzkoa, acusado de intentar matar a un hombre en Donostia cortándole el cuello con una botella rota.

Según recoge el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, los hechos se iniciaron sobre las 11.00 horas del 26 de febrero de 2021, cuando el acusado coincidió con su víctima en un tren de cercanías que se dirigía hacia la capital guipuzcoana donde, en un momento dado, se encaró con ella.

En este contexto, se inició una "fuerte discusión" entre ambos hombres hasta que el convoy llegó a la estación de Ategorrieta, donde el damnificado se apeó en dirección a la Avenida de Ametzagaña, seguido por el encausado, quien entonces rompió una botella de vidrio contra el suelo y se avalanzó contra él.

Seguidamente, el agresor ,"actuando con ánimo de atentar contra su vida", presuntamente "asestó un golpe en el cuello" al damnificado, quien sufrió un corte por el que "comenzó a sangrar de manera abundante" mientras su atacante huía del lugar "escondiéndose" luego "entre unos coches" donde se quitó la gorra y la cazadora que vestía y las ocultó en una mochila.

Mientras tanto, el agredido "fue ayudado por varias personas que pasaban por el lugar", una de las cuales pudo "taponarle la herida" que tenía en el cuello hasta la llegada de los servicios sanitarios.

Posteriormente, una dotación de la Ertzaintza localizó al presunto agresor en las proximidades y lo detuvo.

A consecuencia del ataque, la víctima sufrió una herida inciso contusa cervical con shock hipovolémico, neumotórax derecho, crisis tónico-clónicas y neumonía aspirativa, y tuvo que ser intervenida quirúrgicamente mediante una traqueotomía, además de precisar cirugía vascular y de otorrinolaringología.

El damnificado sufrió una pérdida temporal de su calidad de vida durante 339 días, doce de los cuales padeció un "perjuicio personal muy grave", y sufre como secuelas "epilepsia sin trastorno de la conciencia" y un "perjuicio estético moderado" por las cicatrices que le han quedado en la zona anterior del cuello con recorrido hacia la zona mandibular interna.

La Fiscalía considera que estos hechos son constitutivos de un delito de homicidio en grado de tentativa por el que solicita ocho años de prisión para el inculpado, que una vez excarcelado continúe ochos más en situación de libertad vigilada y que indemnice al agredido con un total de 59.000 euros por las lesiones sufridas, las intervenciones quirúrgicas que precisó y las secuelas restantes.