Una trabajador de la empresa Acuña, contratada por el Ayuntamiento de Donostia, falleció ayer miércoles en torno a las 11.30 horas en el paseo de Otxoki. El trabajador formaba parte de un equipo que estaba realizando catas en la zona. La siniestralidad laboral ha repuntado tras la pandemia, según los datos registrados.

Según fuentes municipales, tras el almuerzo, el hombre perdió el conocimiento y aunque intentaron reanimarlo, no se pudo hacer nada por salvar su vida.