La Asociación de Jubiladas y Jubilados Zabaltza de Gros, la única existente en el barrio donostiarra, cerrará sus puertas a finales de 2025. El Ayuntamiento de Donostia ha comunicado que el local que ocupa desde hace 43 años no cumple las condiciones necesarias para seguir abierto al no contar con, entre otros requisitos, una salida directa a la calle y una instalación eléctrica actualizada en la cocina.

El presidente de la asociación, Julián Agustín, explica que esta situación no es nueva. “Hace casi diez años nos dijeron que este tipo de locales debía tener acceso directo a la calle”, recuerda. El centro de jubilados de Gros se encuentra en un pasadizo donde confluyen tres portales en los que viven cerca de 400 vecinos. “La normativa dice que los locales públicos no pueden estar en un pasadizo como el nuestro, entre la calle Zabaleta y San Francisco, y que tienen que tener una salida directa a la calle”, añade.

“No se trata solo de un local, sino de un hogar donde muchas personas han encontrado compañía, apoyo y motivos para salir de casa cada día”

Julián Agustín - Presidente de la asociación

Desde entonces, Zabaltza ha reclamado una alternativa que garantizara la continuidad de sus actividades, pero el tiempo ha pasado sin una solución viable. Después de estar buscando un nuevo local junto al Ayuntamiento, cuando todo parecía llegar a buen puerto, se volvió a torcer. “Después de diez años, a comienzos de 2025 nos mandaron un escrito diciendo que el local que preveían ocupar tampoco cumple la normativa vigente”, relata Agustín.

Actividad

El actual centro, que incluye un pequeño bar gestionado mediante concesión, también enfrenta trabas administrativas. “La persona que llevaba la barra se jubila, y cuando comenzamos a buscar un sustituto, el Ayuntamiento nos dijo que la cocina tampoco reunía las condiciones y que la instalación eléctrica estaba en muy mal estado”, explica. La obra supondría una inversión de miles de euros, y la asociación a día de hoy no tiene capacidad para hacer frente.

Jubilados participan en un bingo en la sede de la Asociación Zabaltza de Gros. Redaccion NdG

La única alternativa ofrecida por el Ayuntamiento a la asociación es un espacio de unos 80 metros cuadrados que compartirían con la asociación de vecinos en la plaza de Nafarroa Beherea. Sin embargo, el nuevo local apenas representa un tercio del espacio actual, que cuenta con 275 metros cuadrados, y además carece de ventilación natural. “Tiene una ventilación forzada y sería compartido tres días a la semana. El miedo que tengo es meter ahí a diez señores de 80 años, que uno tenga catarro y salgan todos con neumonía”, confiesa Agustín con preocupación.

El cierre de Zabaltza no solo supone la pérdida de un local sino de un hogar simbólico para cientos de mayores del barrio. “No se trata solo de un local, sino de un hogar donde muchas personas han encontrado compañía, apoyo y motivos para salir de casa cada día”, recuerdan desde la asociación. En el centro se imparten cursos de memoria, yoga, tai-chi y talleres sociales, además de servir como espacio de encuentro y apoyo emocional.

“La normativa dice que los locales públicos no pueden estar en un pasadizo como el nuestro, entre la calle Zabaleta y San Francisco, y que tienen que tener una salida directa a la calle”

Julián Agustín - Presidente de la asociación

“La media de edad ronda los 80 años, y para muchos la única salida diaria es venir aquí a tomarse un café y charlar con las amigas”, comenta el presidente. Por eso, la sensación entre los socios es de tristeza y abandono. “El Ayuntamiento no ha invertido un duro en todos estos años, y ahora parece que quiere quitárselo de encima”, lamenta.

Desde Zabaltza hacen un llamamiento a las instituciones para que reflexionen sobre la necesidad de mantener espacios dignos para las personas mayores y evitar que desaparezcan lugares tan necesarios para su bienestar social y emocional. “Vamos a intentar pelear hasta el final”, concluye Agustín, con una mezcla de resignación y esperanza. De no encontrar solución, el cierre definitivo está previsto para el 22 de diciembre, cuando Iberdrola cortará el suministro eléctrico.