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Pescan una barracuda de casi 2 kilos en Donostia cerca de Ulia

Mattin Borda tiene claro que degustará la pieza en “una comida con la familia o los amigos”

Pescan una barracuda de casi 2 kilos en Donostia cerca de UliaRedaccion NdG

Pescar lubinas, bonitos o muxarras es habitual en la costa guipuzcoana, pero dar con una barracuda, no. Mattin Borda (Lesaka, 2004), pescó este jueves un ejemplar de casi 2 kilos de esta “exótica” especie a pocos metros de la costa donostiarra, en la zona del monte Ulia a casi 15 metros de profundidad. El habitual pescador submarinista se vio “sorprendido” por la presencia del ejemplar camuflado entre un banco de muxarras. No dudó en dar con él y tras no atravesar por completo su cuerpo con el primer arponazo, luchó con la pieza, que tenía “más fuerza de la esperada”.

La barracuda pertenece a la familia de los esfirénidos, peces carnívoros de aguas profundas. Su longitud puede variar de medio metro hasta casi dos metros. En estos casos, los ejemplares suelen denominarse como “gran barracuda”. Suelen habitar en mares tropicales y además de por su voracidad, destaca por su velocidad. Puede alcanzar los 90 km/h en cuestión de segundos.

Mattin Borda muestra la barracuda pescada en el muelle donostiarra

Este animal suele habitar en zonas de aguas más calientes del Atlántico, como en las Canarias, pero durante las últimas semanas varios pescadores han visto grupos de orcas y de delfines cerca de la costa vasca. Borda cree que “no es peligroso” y que el agua no está tan caliente como para que especies “peligrosas” se acerquen hasta donde pueda haber gente.

En un primer momento, y recordando las noticias de las últimas semanas, Borda pensó que la presencia de esta especie en la costa guipuzcoana podría ser causa de las “calientes temperaturas” que se han alcanzado. No obstante, cuando llegó con el ejemplar a la Asociación de Pesca Submarina Apsas, varios compañeros le confirmaron que ya habían avistado otras barracudas años atrás.

Primero y único

Nacido en Lesaka, Borda lleva cerca de ocho años viviendo en Donostia y casi tres practicando la actividad subacuática gracias a un amigo. Hasta ahora había pescado lubinas, muxarras o recientemente, un verrugato de 5 kilogramos. “Contento” por la pesca, Aspas tiene claro que degustará la barracuda en “una comida con la familia o con los amigos”.

Hasta ahora, a pesar de haber visto algún ejemplar, nadie del club había pescado una barracuda. No obstante, Borda confirma que no es la primera vez que se ha cruzado con una especie “tropical”, ya que el pez ballesta suele ser un habitual de la costa guipuzcoana a pesar de que no sea su hábitat natural.

Después de la del verrugato, la de la barracuda ha sido “la segunda gran pesca” del verano para Borda. Sin asumir la caza del “especial” ejemplar, el de Lesaka ya está con ganas para volver a sumergirse en aguas donostiarras y buscar, por qué no, especies tropicales hasta ahora desconocidas.