Uno de cada tres jóvenes vascos de entre 25 y 39 años no quiere tener hijos o hijas
Solo el 27% cree que logrará tener descendencia a la edad deseada, según un estudio del Observatorio Vasco de la Juventud
Un tercio de la juventud vasca no quiere (o no puede) tener hijos o hijas. Este dato se desprende del informe del Observatorio Vasco de la Juventud '¿Queremos ser madres y padres? Opiniones y perspectivas', que precisa que un 67,7% de las personas sin descendencia desea tener hijos o hijas en algún momento de su vida.
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El estudio se encuentra basado en una encuesta realizada entre noviembre y diciembre de 2024 a un total de 2.323 personas, de entre 25 y 39 años residentes en Euskadi, y analiza las motivaciones, preocupaciones y condicionantes que influyen en las decisiones sobre la maternidad y la paternidad, en un contexto de descenso de la natalidad.
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Motivos y preocupaciones
Entre las razones para querer tener descendencia destaca la perspectiva de que los menores enriquecen la vida (8,2 sobre 10) y el gusto por los niños y niñas (7,7). Sin embargo, ver condicionado su desarrollo personal y profesional, así como las dudas sobre si podrán afrontar el reto de la maternidad son señalados como los grandes 'handicaps' a la hora de decantarse por dar un giro a su vida.
En esta línea de argumentos, entre los principales motivos para no querer tener descendencia sobresale el deseo de priorizar otros proyectos vitales (7,6), así como la preferencia de querer vivir sin menores a su cargo (7,5). El descenso de la natalidad también se encuentra ligado a otra serie de temores, que pesan entre buena parte de la juventud. Concretamente, el 64,7% se muestra preocupado por no disponer de tiempo para sí mismo y un 59,4% menciona el impacto negativo que esta decisión pueda suponer sobre la salud física o mental.
La incertidumbre económica y la situación del mercado laboral tampoco parecen ayudar demasiado. La mitad de los encuestados -más del 49%- menciona el miedo a perder poder adquisitivo o frenar su desarrollo profesional, preocupaciones significativamente más frecuentes entre las mujeres.
Preguntados sobre cuándo les gustaría estrenarse en la maternidad o paternidad, en caso de que así lo deseen, la mayoría sitúa su "edad ideal" a los 33 años, pero solo un 27,2% confía en que sea así. Detrás del previsible retraso en la edad para ser madres y padres por primera vez señalan, de nuevo, razones económicas (72,9%), laborales (57,3%) y de vivienda (46,0 %) como principales obstáculos.
Tampoco cuadra el número de hijos o hijas que revelan que les gustaría tener con lo que calculan acabe sucediendo. Del conjunto de respuestas recogidas en el informe se establece que desearían una media de 2,2 hijos o hijas. Sin embargo, solo tres de cada diez jóvenes vascos creen que podrán tener más de un hijo (el 34,5%).
Peaje laboral y falta de bienestar
En informe del Observatorio Vasco de la Juventud también alude a la experiencia trasladada por quienes ya son madres y padres. Ellas son quienes atisban mayores repercusiones negativas, tanto en el ámbito familiar como en el laboral, una vez son madres. Entre los 'peros' que esbozan aparece la falta de equilibro en el reparto de las tareas relacionadas con la crianza y el hogar. En el plano más personal, sostienenque haber tenido descendencia tampoco ha redundado en una mejoría de la relación de pareja.
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Preguntadas por las medidas de conciliación contempladas en el ámbito laboral apuntan a que las contempladas en su puesto de trabajo son insuficientes. Otro de los principales obstáculos que mencionan en este apartado es que ser madre afecta negativamente a sus oportunidades laborales y a su desarrollo profesional. También sostienen que el estrés derivado de su trabajo acaba repercutiendo negativamente sobre su bienestar personal.
En definitiva, el 78,9% cree que la maternidad conlleva más renuncias profesionales para ellas y más del 75% opina que la presión social para tener hijos afecta más a las mujeres. El estudio concluye que el deseo de tener hijos está estrechamente ligado a la estabilidad económica, el apoyo social y la equidad en los roles de género. El impulso de políticas públicas que refuercen estos pilares, reflexiona el Observatorio Vasco de la Juventud, podría ser clave para revertir el descenso de la natalidad y apoyar los proyectos de vida de la juventud vasca.