Los Mossos d'Esquadra han cerrado la investigación por la muerte del empresario Isak Andic, propietario de la cadena de moda Mango, al no hallar indicios de criminalidad y concluir que su caída desde 150 metros de altura en una excursión en Collbató (Barcelona) en diciembre de 2024 fue accidental.
El 14 de diciembre de 2024, Andic, de 71 años, resbaló y se precipitó al vacío cuando caminaba por un sendero cerca de las cuevas de salitre en Collbató junto a su hijo primogénito Jonathan.
Los Mossos d'Esquadra apuntaron desde un primer momento a una muerte accidental tras los informes forenses, la declaración del propio hijo del fallecido y la triangulación de los teléfonos móviles, entre otras pesquisas.
Sin embargo, los investigadores practicaron nuevas diligencias después de que el juzgado de Instrucción número 5 de Martorell (Barcelona) reabriera el caso el pasado mes de marzo que, inicialmente, había sido sobreseído de manera provisional.
Agota todas las líneas de investigación
Ahora, la Policía de la Generalitat ha cerrado la investigación tras agotar todas las líneas abiertas y concluye que se trató de una muerte accidental, ha avanzado El Periódico y han confirmado a EFE fuentes policiales.
Así consta en los atestados policiales que los Mossos d'Esquadra han trasladado a la jueza de Martorell, que deberá decidir en los próximos días si archiva el caso.
Los atestados de la policía que se han elevado al juzgado de Instrucción 5 incluyen las diferentes declaraciones del hijo del empresario como testigo ante los Mossos d'Esquadra, la triangulación de los móviles de Andic y su hijo mayor, para poder determinar su situación exacta en cada momento antes de la caída, o el contenido de los mismos, que no ha aportado información relevante al caso. También los informes forenses concluyen que Andic falleció en el acto debido a la caída y no por una acción criminal.