El obispo de San Sebastián, Fernando Prado, recibió la noticia del fallecimiento del papa Francisco, al que conoció y llegó a entrevistar para escribir el libro La fuerza de la vocación- La vida consagrada hoy, “con el corazón lleno de gratitud y emoción”.
Fernando Prado compartió con NOTICIAS DEGIPUZKOA sus primeras reflexiones tras el fallecimiento del sumo pontífice.
¿Cómo se ha recibido la noticia del fallecimiento del papa Francisco en la diócesis de San Sebastián?
El lunes a la mañana temprano, sobre las 9.00 horas, un periodista vaticanista que está en Roma me comunicaba la noticia. La recibí con un poco de sorpresa, porque el domingo le veíamos bendiciendo en la plaza. Por otro lado era algo esperable, dado el cuadro médico que ha tenido en el último mes y medio. Sabíamos que el papa se hallaba en un momento difícil. No quiere decir que lo esperásemos, pero es un desenlace que le podía suceder a un hombre con ese cuadro médico y esa edad. Y ha sucedido así, de repente.
¿Cuál ha sido la reacción del obispo de San Sebastián?
He recibido la noticia con un sentimiento de pena, porque para mí ha sido alguien muy cercano, con el que he tenido una relación muy estrecha. También he sentido agradecimiento, por la suerte de haberle podido conocer y haber vivido este momento en la historia de la Iglesia que nos ha tocado con él. Pena y agradecimiento. Enseguida me he puesto en contacto con el párroco de la catedral del Buen Pastor y con el encargado de la liturgia de la Diócesis para empezar a dar algunas instrucciones. Hemos tocado las campanas y hemos colocado un pequeño memorial en la catedral para que la gente pueda venir a rezar, a expresarse, a firmar... La Misa de Pascua la ofrecimos por su eterno descanso a la espera de que el Vaticano nos dé más órdenes y fechas, porque todavía no se sabe (en la tarde del lunes) cuál va a ser el día preciso del funeral. Tras los funerales en Roma los podremos hacer en la Diócesis, más o menos dos días después.
Usted le conoció en persona. ¿Cómo era al papa Francisco en las distancias cortas?
En las distancias cortas, igual que en las largas. Yo creo que era un hombre muy cercano, muy normal, humanamente muy sano, con buen sentido del humor, que le gustaba hacer bromas... En esa relación más cercana siempre he tenido un trato muy agradable, muy cariñoso. Yo diría que hasta tierno. Un poco una relación de padre a hijo. En este momento siento que he perdido a un padre, a un gran padre. Para mí ha sido un padre espiritual, una persona a la que voy a echar de menos. Tuve esa relación con él por razones editoriales que se fue transformando en una relación de mayor cercanía y no sé si decir de amistad, porque aquí todos pensamos que el papa es nuestro amigo. Pero yo diría que es más una relación paterno-filial. He tenido la oportunidad de poder disfrutarla.
¿Cuál diría que es el principal legado que ha dejado el papa Francisco?
Creo que nos deja el legado de un hombre que ha sido un gran pastor, que ha sabido llevar la Iglesia en un momento como el actual, tan difícil, de cambio de época. Creo que ha sido un papa valiente, que ha intentado introducir los cambios necesarios, que también nos hacen falta. Ha intentado dialogar con la cultura. Ha sido un gran líder: espiritual y también para la humanidad. Nos ha plantado desafíos inmensos desde la verdad y la sencillez, desde el Evangelio.
¿Un papa de retos?
Ha lanzado una gran llamada a cuidar el medio ambiente, a la fraternidad universal. El papa, un día antes de su fallecimiento, dijo en la bendición urbi et orbi que no solo hay que rechazar el rearme, si no que tenemos que intentar el desarme. Ha sido un papa de la paz, que nos ha propuesto fronteras importantes hacia las que tenemos que caminar. Creo que ha sido un papa que nos ha desafiado como humanidad. Y ese es su legado. El gran desafío que nos deja es cuidarnos. Cuando escribió la carta sobre el medio ambiente él me dijo: “ésto no es una encíclica verde, no tiene que ver solo con el medio ambiente si no, sobre todo, con la persona. Porque las personas formamos parte de la naturaleza”. Cuidar el medio ambiente es cuidar al hombre, y cuidar al hombre es cuidar el medio ambiente. Eso ha intentado, que las personas en este mundo vivamos en diálogo, en comunión, en fraternidad universal, cuidándonos los unos a los otros. Él ha puesto ese acento en preocuparnos de los más pobres, de los que peor lo pasan.
Una figura para la historia ensalzada por unos y muy cuestionada, cuando no atacada, por otros.
No ha habido en la historia de la humanidad una bandera relevante que no haya sido una figura discutida. Todos tenemos gentes más favorables y otras más contrarias. Es normal. Ante la figura de este papa Francisco ha habido gente que se ha posicionado de forma muy favorable y otros más en contra. Eso le ha pasado a todos los papas y a este también. Creo que tenemos que tratar de ampliar la visión, porque creemos que en el mundo solo existe lo que nosotros estamos viviendo. La historia es muy larga y es sabia. La humanidad no empezó con nosotros, sino mucho antes, y durará mucho. En estos momentos este papa, como otros papas, ha sido bandera discutida. No diría ni que más ni que menos.
En la época de la rapidez en la información...
Le ha tocado vivir en la era de Internet, en la que cualquier palabra suya en menos de tres segundos se conocía desde EEUU a Filipinas o en Groenlandia. Ha sido un papa muy cercano, también cercano a los medios. Y ha sabido jugar un poco con esa imagen mediática.
Se abre un nuevo capítulo. ¿Considera usted que el nuevo papa debería dar continuidad al pontificado del papa Francisco?
Dicen los dichos vaticanos que cuando muere un papa en un mes, más o menos, tendremos otro. ¿Cómo será? Pues probablemente muy parecido al anterior, aunque también introducirá, desde lo que él sea, su novedad. En la Iglesia siempre hay una continuidad pero también un salto de novedad. Y, gracias a dios, así tiene que ser. La Iglesia es una institución que vive de su tradición y que trata de adaptarse a los tiempos. Esperamos que sea así, que sea un papa en continuidad con el anterior y que nos traiga la novedad que nos traiga. Ahora, ¿quién será? Eso tendremos que esperar un mes para saberlo. Creo que caben muchas sorpresas, porque el Colegio Cardenalicio actual es muy plural, muy internacional. La Iglesia de hoy podemos decir que es más católica que nunca en sus cardenales y, por lo tanto, el Cónclave va a ser interesante. Para elegir un papa no vale solo con mayorías, como en los Parlamentos, sino que requiere de un consenso mucho mayor. Va a ser interesante ver cómo tanta pluralidad armoniza la elección de un nuevo papa, que será el mejor papa que el Espíritu nos dará a través de esas pobre mediaciones que son las personas. Los cardenales que lo van a elegir nos darán el papa que más nos convenga en este momento. Es lo que tenemos que esperar: continuidad y novedad.