El proyecto URGAZ, liderado por varios voluntarios de la asociación Itsas Enara, ha confirmado que la nutria está presente en todas las cuencas de Gipuzkoa, y que en varias de ellas se reproduce. El análisis tenía como fin estudiar la presencia de dos especies de en el territorio: la nutria europea y el visón europeo.

La recogida de información comenzó en mayo de 2023 y se ha extendido hasta enero de 2025. Para ello, la asociación colocó varias cámaras rotatorias en 100 puntos estratégicos colocados en las cuencas del Bidasoa, Oiartzun, Urumea, Oria, Urola y Deba.

Tras finalizar la recopilación de imágenes, el estudio ha confirmado la presencia de la nutria en las seis cuencas guipuzcoanas en las que se colocaron cámaras. En la del Bidasoa y la del Oria, además, se han podio obtener las primeras imágenes que muestra la reproducción del animal, lo que corrobora la recolonización de la especie en el territorio durante los últimos años.

Una nutria localizada en el barrio de Martutene junto al Urumea Itsas Enara

Reaparición

A pesar de que el estudio realizado por la asociación Itsas Enara haya confirmado la presencia de la nutria en toda Gipuzkoa, la especie estuvo prácticamente ausente en el territorio desde la década de los 60 hasta hace varios años. Fue entre 2014 y 2018, cuando el censo realizado por la Sociedad Española para la Conservación y Estudio de los Mamíferos confirmó su reaparición en la cuenca del Bidasoa.

“Hace 20 años podíamos imaginar que tendríamos nutrias en todas las cuencas de la provincia”, afirma el presidente de Itsas Enera, Héctor González, mientras explica que “hoy, no solo están presentes en todas ellas, sino que alguna se adentra hasta el corazón de Donostia, llegando al parque de Cristina Enea”. No obstante, y a pesar de las mejoras que se han dado en los ecosistemas acuáticos, González asegura que “no debemos ignorar que aún persisten problemas graves que requieren atención”.

Respecto al visón europeo, el estudio no ha podido localizar a ningún ejemplar de esta especie, resultado que coincide con otro análisis realizado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico mediante trampas de pelo. Se trata de una especie en peligro de extinción a nivel mundial, y todo parece indicar que en el territorio su presencia ya es inexistente.