El Gobierno Vasco ha recibido en los dos últimos años un total de 80.863 solicitudes de ayuda económica para la crianza de hijos, una medida que fue implantada en 2023 para combatir el gran problema demográfico en el que está inmersa Euskadi. Durante este tiempo, la partida de 200 euros mensuales ha sido reconocida en el 85,3% de los casos (68.975 solicitudes), a falta de resolver otros 4.588 expedientes que actualmente están en tramitación.

Las familias guipuzcoanas cuentan con esta ayuda directa que concede el Gobierno Vasco hasta que sus hijos e hijas cumplen los tres años, y que se amplía hasta los siete para las familias numerosas o monoparentales.

Para hacerlo posible, hay contemplada para este año una partida presupuestaria de casi 50 millones de euros, según figura en la respuesta de la consejera de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico, Nerea Melgosa, a una solicitud de información de la parlamentaria popular Laura Garrido.

Durante 2023, año en el que se implantó esta ayuda económica directa, Gipuzkoa registró un repunte de nacimientos por primera vez en diez años

El objetivo sigue siendo arrojar algo de luz sobre ese “invierno demográfico” que se cierne sobre Euskadi. A la espera de comprobar el resultado de esta medida, teniendo en cuenta que los cambios en los ciclos demográficos se dan a "largo plazo", como curiosidad, durante 2023, año en el que se implantó esta ayuda económica directa, Gipuzkoa registró un repunte de nacimientos por primera vez en diez años. Fue, de hecho, el único territorio de la CAV con números positivos al sumar 52 bebés más que en el año anterior.

Amplia aceptación de la ayuda

Un dato curioso, que viene acompañado de una constatación: prácticamente todas las familias con hijos menores dentro de la franja de edad solicitan la ayuda económica, según se desprende de los datos facilitados por el Gobierno Vasco.

Es algo que se observa tanto en el ciclo de 0 a tres años, como en el caso de las familias numerosas y monoparentales con hijos hasta los siete. Para comprobarlo en el primer caso basta tomar como referencia los datos del Instituto Vasco de Estadística, Eustat, entre los años 2020 y 2024. Se contabilizan en Euskadi durante ese periodo de tiempo un total de 68.809 menores por debajo de los tres años, una cifra que prácticamente coincide con las solicitudes de ayuda económica recibidas por el Gobierno Vasco durante 2023 y el año pasado: un total de 67.712, es decir, un 98,41%. El porcentaje incluso es algo mayor en el caso de familias numerosas y monoparentales.

La eficacia de estas ayudas en la mejora de las condiciones de vida de las familias es otra de las cuestiones que plantea la parlamentaria del PP a la consejera. En su respuesta, Melgosa no ofrece demasiados detalles. Reconoce que esta medida instaurada en 2023 tiene, por el momento, “un corto recorrido que no permite hacer un análisis completo”.

Seguimiento de la “potencial” necesidad

En todo caso, la Dirección de Infancia, Adolescencia y Familias viene recogiendo anualmente información en una aplicación informática de gestión. Esta serie de datos, junto a la información estadística del número de nacimientos que se producen cada año, “permite hacer un seguimiento de la potencial necesidad, y del uso que la ciudadanía hace de estas ayudas”, señala la consejera, consciente de los profundos cambios sociales que traen consigo los nuevos tiempos.

Según los últimos datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat), cuatro de cada diez mujeres vascas en edad fértil no tendrán hijos en los próximos años por distintos motivos. Paralelamente, el número de abortos marcó en 2023 en Euskadi un récord con la cifra más elevada desde que comenzaran los registros en Osakidetza en 1995.

En total, 4.225 mujeres interrumpieron voluntariamente el embarazo en 2023, lo que supone un incremento del 6,83% con respecto al ejercicio anterior y casi cien más sobre la anterior marca más alta, la de 2011, año en el que entró en vigor la Ley del Aborto.

Cuatro de cada diez mujeres vascas en edad fértil no tendrán hijos en los próximos años por distintos motivos

Así se desprende del último estudio monográfico del Departamento de Salud de Gobierno Vasco, en el que se especifica que la mayoría de los abortos realizados fueron a mujeres residentes en la CAV (4.158), frente a 67 procedentes de otras Comunidades Autónomas.

Así, la edad media para tener el primer hijo en Euskadi ha alcanzado los 33,3 años, una de las más altas de Europa. La mayoría de los nacimientos corresponden a mujeres de 30 a 34 años (34,6 %), seguidas de cerca por las de 35 a 39 años (33,5 %). Estos datos reflejan una tendencia global hacia la postergación de la maternidad. Ante estos datos, “es importante analizar si la nueva línea de ayudas económicas cumple la función principal que se propuso: ayudar a las familias vascas en la crianza de su prole, y facilitar que cada familia pueda tener el número de hijos e hijas que desee”, explica Melgosa.

Un coste mensual de 866 euros por hijo

Señala en ese sentido que para ello es preciso “identificar” cuáles son las diferentes circunstancias que afectan “a la decisión de tener un número determinado de hijos”, y la económica es, sin duda, una de las principales razones. El coste de la crianza ha aumentado en Euskadi hasta alcanzar un promedio mensual de 866 euros por hijo o hija en 2024, un 13% más que en 2022. Así lo evidencia un estudio presentado el mes pasado por la ONG Save the Children, que analiza todos los costes que conlleva tener un hijo o hija en la CAPV.

Para 29.307 hogares, los más empobrecidos, es directamente imposible cubrir este gasto, incluso dedicando el total de sus ingresos a ello. Además, el 42% de las familias en Euskadi, 89.675, tienen dificultades para hacer frente a ese gasto, ya que el coste de criar a un hijo o hija representa más de la mitad de sus ingresos, un aumento de 2 puntos porcentuales respecto a 2022.

El coste de la crianza ha aumentado en Euskadi hasta alcanzar un promedio mensual de 866 euros por hijo o hija en 2024, un 13% más que en 2022

“Si analizamos el porcentaje de ingresos que los hogares deberían invertir en el cuidado de sus hijos e hijas vemos que más de la mitad de las familias en Euskadi no cuentan con ingresos suficientes para cubrir el coste de la crianza o tiene dificultades para cubrirlo, lo que pone en riesgo el bienestar de sus hijos e hijas”, asegura Irati Álvarez, responsable de Incidencia Política de Save the Children en Euskadi. No es extraño, por todo ello, que prácticamente el 100% de las familias con hijos entre cero y siete años hayan solicitado la ayuda económica del Gobierno Vasco.

Necesidades de crianza y conciliación

Con respecto al grado de satisfacción que despierta este medida, Melgosa explica que el departamento ha incorporado en la Encuesta de Familias y Hogares que elabora periódicamente varias cuestiones relacionadas con las circunstancias que marcan la decisión de tener más o menos hijos, las necesidades de crianza y conciliación y el nivel de conocimiento, uso y opinión de las ayudas para la crianza y la conciliación.

Esta encuesta, realizada en 2023 y publicada en diciembre de este pasado año, “marca el inicio de una recogida de información de gran potencial para orientar las políticas públicas en materia de familia”, asegura la consejera.

¿Y por qué se ha fijado en los tres años la edad límite de la ayuda mensual, y en siete para las familias numerosas? ¿Cuál ha sido el criterio? Es otra de las cuestiones que traslada la parlamentaria popular. Melgosa responde que se trata de una actuación “con criterio de impacto a corto plazo” que viene recogida en la Estrategia Vasca 2030 para el Reto Demográfico, que fue aprobada por el Consejo de Gobierno el 21 de junio de 2022, e incluye 36 iniciativas complementarias con un mismo objetivo: configurar un ecosistema de medidas y condiciones favorables para la recuperación demográfica.

La consejera precisa además que la ayuda de 200 euros al mes por hijo o hija se alinea con el Programa de los 1.000 primeros días, promovido por Unicef. En esencia, el criterio que plantea es que las administraciones públicas centren sus inversiones en los tres primeros años de vida del menor por la importancia que tienen en su futuro. El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia señala que cuando la niña o niño recibe una buena crianza en ese primer periodo de la vida tiene más posibilidades de sobrevivir, de crecer de manera saludable, de desarrollar plenamente su capacidad de pensamiento y sus aptitudes sociales.