No descubrimos nada si decimos que el uso de redes sociales está cada vez más extendido entre personas de todas las edades. Es más que patente. Con todo, gran parte de quienes hacemos uso de las diferentes plataformas digitales quizás no seamos del todo conscientes del tiempo de nuestras vidas que se va en responder mensajes de WhatsApp, colgar fotos en Instagram o mirar vídeos en Tik Tok. Y de las consecuencias que eso conlleva para nuestra salud, especialmente para la mental. El informe Oversharing: adictos a compartirlo todo, elaborado por el seguro de salud de la compañía Línea Directa, constata que un 55% de los síntomas de ansiedad, un 52% de los de depresión y un 48% de los comportamientos agresivos están relacionados en el Estado español con la adicción a las redes sociales. La cosa no es diferente en Euskadi, donde un 17% de la ciudadanía publica de forma frecuente o muy frecuente fotografías en sus plataformas digitales preferidas. Así, la Comunidad Autónoma Vasca se sitúa un punto porcentual por encima de la media estatal, instalada en un 16%.
Según el estudio, basado en una encuesta realizada a 1.700 personas usuarias de smartphones de diferentes partes de la geografía peninsular, la población del Estado invierte de media seis horas al día en el uso de sus dispositivos móviles. Esta tendencia se agudiza en la denominada generación Z, la que comprende a las personas de entre 16 y 30 años. En este caso, se alcanzan las siete horas. Es decir, estos jóvenes pasan casi tanto tiempo consultando su teléfono móvil como durmiendo. De esas siete horas, cuatro las dedican a interactuar en redes sociales.
Utilizar estos escaparates virtuales para compartir aspectos íntimos de la vida personal viene siendo desde hace tiempo una costumbre muy arraigada. En el Estado, seis millones y medio de usuarios de redes sociales lo hacen y el 16% de toda la ciudadanía en su conjunto publica fotos con frecuencia. Euskadi, con un 17%, se ubica en una posición central, junto a comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía o Murcia, que están entre ese porcentaje y el 13%. Curiosamente, Nafarroa es la comunidad en la que menor índice de publicación frecuente de fotos se registra, con un 8%. En el polo opuesto se hallan Extremadura (20%), así como Aragón, Madrid, Galicia y Catalunya, todas ellas con un 19%.
En muchos casos, el deseo de las personas que hacen uso de las redes sociales es el de exhibir una imagen idealizada de su estilo de vida al mayor número de personas posible. En este sentido, cabe remarcar que el porcentaje de usuarios vascos que tiene su perfil público, un 55%, supera en cuatro puntos la media estatal (51%). En cambio, son más fieles a la hora de reflejar la realidad. Así, en Euskadi solo un 8% de los asiduos a estas plataformas utilizan filtros para eliminar imperfecciones. Se trata del índice más bajo en el ranking por autonomías y contrasta con el 17% de promedio general. Algo parecido ocurre con los usuarios que únicamente muestran felicidad en su publicaciones. A nivel del Estado son el 63%, mientras que reduciendo el foco a Euskadi, esta cifra baja a un 58%.
“Es un fenómeno en crecimiento constante y se da en todas las edades. Hay gente que no puede vivir sin ello ya”, apunta María Jesús Carmona, psicóloga especializada en terapia cognitivo-conductual, en relación a la adicción al uso de los smartphones. La propietaria del gabinete Borobila, en Basauri, está preocupada por la precocidad con que se manifiestan estos problemas: “Nos llegan casos de nomofobia –miedo a estar sin teléfono móvil–. Se da cada vez más en edades muy tempranas. Especialmente, en el paso de Primaria a Secundaria, hay una explosión en el uso y en la falta de control por parte de los padres”.
Carmona tiene claro que esta tendencia “nos está pasando factura en nuestra salud física y mental”. Hace referencia a estudios que constatan afecciones “a nivel oftalmológico por el uso constante de las pantallas y también a nivel auditivo, por utilizar auriculares”. Pero cuando convergen una edad temprana y el acceso habitual a redes sociales, las consecuencias son aún más alarmantes. “He tenido en la consulta niños con intentos de suicidio. Cuentan que les ha llegado algún reto y que si no lo cumplen pueden morir o les puede pasar algo malo a sus padres. A consecuencia de ello sufren ataques de pánico, insomnio, angustia, llegan a autolesionarse...”. Otros retos virales, habituales en plataformas como Tik Tok, son de partida más inocentes, pero pueden derivar en situaciones de riesgo: “Entre 12 y 15 años, lo de pertenecer a un grupo es muy importante y pasar por el filtro de esas bobadas puede llevar a juegos muy peligrosos”.
La responsable de Borobila destaca el “potente nivel adictivo” que tienen estas redes sociales. En el caso de Tik Tok, “son imágenes que se consumen muy rápido y cuando son niños los que las ven, estimulan partes de su cerebro que no están maduras para recepcionarlas”. Y, es que, a su juicio, “estamos adelantando mucho ciertos aprendizajes. Lo que hacías en tu época con 15 años ahora lo hacen con 12”. Incide Carmona en que para poder gestionar bien el uso de ciertas redes sociales “necesitamos una madurez suficiente” que ella sitúa en el entorno de “los 17 o los 18 años”. Y, para evitar caer en la adicción, “hay que tener unos hábitos saludables. Sentados y tumbados, ni se mueven ni se sociabilizan. El deporte es vital”.
LOS DATOS
55%
Es el porcentaje de los síntomas clínicos de ansiedad que en el Estado están relacionados con la adicción a redes sociales. En el caso de la depresión, el índice de casos por esta causa es del 52% y del 48% en cuanto a los comportamientos agresivos con los demás.
8%
Es el índice de ciudadanos de Nafarroa que publican de forma frecuente fotografías en redes sociales. La Comunidad Foral ocupa así la cola en este ‘ranking’ por autonomías, que tiene al frente a Extremadura, con un 20%.
58%
En Euskadi, este es el porcentaje de usuarios de redes que solo muestra felicidad en sus publicaciones, 5 puntos menos que la media estatal. Los vascos son los que menos utilizan filtros para eliminar imperfecciones (8%).