Comprar, regalar o rodearse de flores puede alegrar el día de cualquier persona, además de agregar belleza y vida a un espacio. De esto sabe mucho Elena Docampo Sariego, propietaria del comercio Las flores de Elena, un negocio situado en pleno corazón de Tolosa, en el número 5 de la plaza Euskal Herria. Pasar por delante de su escaparate es todo un placer: desde la calle, los colores de las flores invitan a atravesar la puerta. Cada artículo exhibido y composición es una auténtica muestra del cuidado y el mimo que esta artista florista infunde en cada una de sus creaciones. Este próximo 3 de diciembre este negocio cumplirá tres años de andadura.

¿Cómo llegaron las flores a su vida?

Estudié Arte y Decoración, y cuando terminé, con 20-21 años, comencé a trabajar en una empresa dedicada a la venta de plantas y flores secas y artificiales al por mayor. Allí estuve casi cuatro años y también tuve la suerte de absorber muchos conocimientos en cursos de formación continua. Como' freelance' estuve una buena temporada yendo a las tiendas a realizar distintos trabajos y montar escaparates. Me gustó tanto este mundo que aquí sigo (sonríe).

Se aventuró a emprender su propio negocio. ¿Cómo fue este proceso y a qué barreras tuvo que hacer frente?

En la Agencia Tolosaldea Garatzen encontré un gran apoyo. Me hicieron el plan de viabilidad del negocio, me dirigieron en los pasos que tenía que dar y también realicé algunos cursos de gestión de empresas. La mayor barrera con la que me topé fue la lentitud de los procesos burocráticos y, en mi caso, la lentitud de la respuesta del Consistorio. Cuando tienes el local y comienzas a pagar la hipoteca, lo que quieres es poner en marcha la actividad cuanto antes para ir generando unos ingresos que empiecen a amortizar la inversión realizada. 

Tres años de recorrido. ¿Ha merecido la pena?

Los comienzos son duros, pero está siendo gratificante. Es muy positivo que la gente repita la experiencia de comprar en la tienda, ponga en valor el trabajo que realizamos y nos felicite por la atención que le prestamos. Quiero dar las gracias a todas esas personas, ya que esto nos permite ir afianzando nuestra permanencia y dedicarme a lo que me apasiona.

¿Qué servicios ofrecen?

Venta de flores y plantas, decoración y arreglos florales para eventos culturales y de empresas, bodas, funerales… Es un trabajo enfocado a la atención personalizada, para que la o el cliente encuentre lo que está buscando.

Cuando observa una flor, ¿qué ve en ella? ¿qué le transmite?

En primer lugar, se abren los sentidos: la vista, el olfato y el tacto. La observo y pienso para qué la utilizaría. Me provoca serenidad contemplar una flor, siempre aporta equilibrio, además de belleza. Transmite emociones.

"Me provoca serenidad contemplar una flor. Siempre aportar equilibrio, además de belleza"

¿Cómo le asesora a una persona que viene a comprar un ramo?

Lo primero que le pregunto es el motivo por el que quiere comprar flores y dónde se van a colocar. Y, a partir de ahí, depende de lo que les llame más la atención, los colores y el precio. Desde un ramo básico que ronda los 30 euros hasta más especiales de 40, 50 o 60 euros. Nos adaptamos a las peticiones.

Docampo en el exterior de su floristería con un bonito ramo de rosas. Ruben Plaza

¿La gente aprecia las flores?

No existe mucha cultura floral y es una pena. En otros países europeos se valora bastante más. Aquí hace falta un motivo para comprar flores; pocas personas se las llevan a casa por el simple placer de tenerlas.

¿Cuáles son sus preferidas?

Me resulta complicado elegir una. Me gustan mucho las peonías, pero también las calas, lirios, freesias... Y como planta, el jazmín, el aroma embriagador que desprende.

Las flores son la gran pasión de esta donostiarra afincada en Tolosa. Ruben Plaza

¿Cuál es el arreglo floral o el ramo más curioso que ha creado?

En una ocasión tuve que hacer una composición con panes y magdalenas para una panadería. Pero, en general, los pedidos más curiosos tienen que ver con peticiones de mano. La semana pasada elaboré una caja con flores dentro que contenía el anillo y que iba montada en el centro de una rosa grande. También he compuesto un nido que guardaba el anillo en el interior de un ramo. Las bodas se han americanizado mucho y lo mismo ocurre con las pedidas de mano, que proliferan en Instagram.

"No existe mucha cultura floral y es una pena. Pocas personas se llevan flores a casa por el simple placer de tenerlas"

¿Cómo se va innovando en el sector?

Hay que estar muy pendientes de los nuevos materiales y tendencias. Hace unos años estaba de moda la flor artificial, y ahora predomina todo seco, más orgánico y natural. Anualmente, además, hay que intentar hacer alguna formación que siempre viene muy bien para aprender técnicas nuevas de elaboración, que, a su vez, te impulsan a salir de la monotonía. Dentro de la flor hay un submundo muy amplio.

Un truco para que nos dure más un ramo y una planta.

En el caso del ramo, cambiar el agua cada dos días y cortar un centímetro los tallos. Así le alargaremos considerablemente la vida. En cuanto a la planta, el truco está en introducir el dedo para observar si hay humedad. Normalmente se pierden por exceso de riego que ahoga las raíces. E, igualmente, les hace falta luz.